Elvira Rodríguez reconoce los avances realizados por el Gobierno, pero los considera insuficientes. Si ha elogiado la profunda reforma en gobierno corporativo. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha insistido una vez más en la necesidad de avanzar en la “plena autonomía” del organismo para cumplir “adecuada y eficientemente” con su papel supervisor. Elvira Rodríguez ha señalado especialmente hacia “la amenaza potencial para la estabilidad financiera a largo plazo” de la banca en la sombra.
En su comparecencia anual ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, la presidenta de la CNMV ha reconocido que “aunque la banca en la sombra tiene una función importante al generar fuentes adicionales de financiación” más allá de la bancaria. Sin embargo, ha considerado “necesario” que se tomen medidas para “eliminar del sector financiero las zonas oscuras que tengan un impacto potencial sobre el riesgo sistémico”.
Las causas que, en su opinión, han favorecido la proliferación de esta banca en la sombra ha sido la caída del crédito bancario y su progresivo encarecimiento. Una situación ante la que se hace obligatorio replantear la supervisión de los mercados financieros a nivel internacional y nacional, ha defendido. Una opinión que sustenta en cálculos que hablan de que la mitad del volumen del sistema bancario mundial se encuentra en operaciones fuera de los cauces tradicionales.
Rodríguez ha exigido, como en anteriores comparecencias ante los diputados entre los que hasta hace unos años se contaba, que el Gobierno confiera una mayor “autonomía” a la CNMV para poder hacer frente a este y otros retos de supervisión. Aunque ha reconocido que se han dado pasos en esta senda, “desafortunadamente” aún están “incompletas” a su juicio porque no dotan al organismo de la independencia “que reclaman los organismos internacionales” en el marco del Sistema Europeo de Supervisores Financieros y, sobre todo, en la adaptación “rápida y eficaz a los intensos cambios que se producen en los mercados”.
Entre los puntos que con más dureza ha criticado la presidenta del supervisor se ha colocado el de materia de personal. Tras destacar “un paso relevante” al permitir a la CNMV cubrir los puestos vacantes de su plantilla, Rodríguez ha lamentado que sigan sujetos a las restricciones propias de la Oferta Pública de Empleo. Aunque se ha logrado reponer personal, denuncia que debido a cuestiones como la baja retribución de su personal no se soluciona aún la pérdida de “formación y experiencia que sufrimos de forma constante con la salida de un personal muy cualificado que, en muchas ocasiones, pasa a trabajar para otros supervisores nacionales” con mayor flexibilidad para la convocatoria de plazas y retribuciones, “más ajustadas a las propias del sector financiero”, ha destacado en su discurso.
