Florentino Pérez quiere conseguir en cuatro meses lo que no ha hecho en cuatro años: vender las renovables de ACS

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Florentino Pérez quiere conseguir en cuatro meses lo que no ha hecho en cuatro años: vender las renovables de ACS

Florentino Pérez, presidente de ACS

ACS tiene una nueva hoja de ruta para sus negocios en energía renovable: venderlos antes de que acabe el año. Cuatro meses de plazo para una desinversión que lleva abierta desde 2010. Cuatro años no han bastado para que ACS encuentre comprador para sus negocios en energías renovables. Sin embargo, el equipo directivo de la constructora -con Florentino Pérez al frente- ha mostrado su confianza en cerrar la operación antes de que acabe el año. Cuatro meses para zanjar un movimiento que se anunció por vez primera en 2010.

El encargado de lanzar estos optimistas pronósticos ha sido uno de los hombres fuertes de Florentino Pérez, el director general corporativo de ACS, Ángel García Altozano. En una reunión con analistas en las que el alto ejecutivo ha explicado unas cuentas trimestrales marcadas por la caída del negocio en construcción y el enésimo aumento en la partida de endeudamiento de la compañía, se ha vuelto a apuntar hacia la venta de las renovables como el salvavidas definitivo para las finanzas de la firma.

A pesar de haber pasado cuatro años desde que se anunció por primera vez la salida del negocio de energías limpias, ACS parece confiar en la posibilidad de zanjar ahora la operación gracias a que ya está sobre la mesa el texto definitivo de la reforma del sector trazada por el ministro José Manuel Soria. En este momento, ha dicho García Altozano, la “generación de caja estable” que siguen aportando estos activos han permitido reactivar el proceso de venta con el objetivo de que se cierre “antes de fin de año”.

La norma, a la que han plantado batalla muchos productores, compañías y fondos de inversión del sector, está lista desde el pasado mes de junio. Sin embargo, en ACS reconocen que después del impacto de la norma aún no cuentan con ninguna “indicación de precio” que pueda anticipar los ingresos que la constructora conseguiría con su adiós a la eólica y otras renovables.

De momento, la consideración del negocio renovable como activo a la venta había permitido a ACS sacar de su balance virtualmente una gruesa partida de deudas. Es así que a principios de este año los supervisores de mercado incluso pidieron explicaciones a la compañía de Florentino Pérez del porqué de una venta que no se terminaba de consumar. Entonces, como ahora, se achacó el parón a la incertidumbre que generaba la reforma energética.

No obstante, las renovables no son el único negocio del que la cotizada se bate en retirada. El alto cargo de la constructora ha confirmado la intención de la compañía en abandonar el almacén de gas Castor de las costas de Castellón. En este sentido, ha subrayado que “se está siguiendo detalladamente el proceso que está en el contrato” para devolver la concesión y, por consecuencia, para cobrar las pertinentes indemnizaciones por parte del Gobierno a cuenta de los contribuyentes españoles.

El grupo que preside Florentino Pérez no descarta además seguir reforzando esta participación de control en la empresa germana en función «del momento y de la situación del mercado», según indicó el director general corporativo de ACS, Ángel García Altozano. Muy distinto es el caso de la filial alemana Hochtief, de la que ya controla cerca de un 60% y en la que no descarta seguir apostando por las compras con el objetivo de conseguir un mayor protagonismo en su accionariado y en su consejo directivo.

ACS ha cerrado sesión este lunes, en que cotizaba las cuentas publicadas el viernes ya con el parqué cerrado a negociación, con una ligerísima caída del 0,02%. Credit Suisse, Morgan Stanley y BBVA se colocaban como los gestores más activos sobre una compañía que a golpe de desinversión remonta un 28% en lo que va de año.

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