Réquiem por Barbie en Wall Street

Las niñas ya no compran Barbies con la misma ilusión que hace unos años. Mientras tanto, la juguetera Mattel retrocede en Bolsa al son de la caída de ventas de la popular muñeca. Uno de los más populares juguetes de todos los tiempos es de hecho cada vez menos popular. Año tras año, la cifra de ventas de Barbie mengua sin remedio y, mientras los inversores se plantean por cuánto tiempo la archifamosa muñeca seguirá siendo rentable para Mattel, la juguetera retrocede sin remedio en Wall Street.
 
Las cuentas del segundo trimestre de Mattel han confirmado una tendencia que se viene repitiendo desde hace años. Con mayor o menor intensidad. En todo el mundo se vendieron un 15% menos de Barbies que hace un año, según cuentas presentadas por la propia cotizada. Un certificado duro de digerir para la compañía que se ha traducido en la pérdida de un 7,65% de su valor bursátil en sólo dos sesiones frente a un índice Dow Jones que ha logrado escalar a nuevos máximos históricos.
 
En Norteamérica ya son ocho los trimestres en los que ininterrumpidamente han caído las ventas de la popular muñeca. Según datos recopilados por la casa de inversión Needham & Co., a escala global el retroceso se ha confirmado en ocho de los últimos diez trimestres para los que la compañía juguetera ha presentado resultados. A pesar de eso, Barbie sigue siendo la marca que más ingresos genera para el grupo con cerca de 1.150 millones de dólares de facturación en 2013, pero el sucesivo declive amenaza con arrebatar el liderazgo a la reina de las muñecas.
 
El jueves en el que Mattel daba a conocer estas malas cifras para la ‘esposa’ de Ken, la compañía cerraba sesión con caídas del 6,6% que la convertían en la cuarta más bajista de las 500 que componen el agregado S&P. Desde la casa de análisis Euromonitor uno de sus analistas, citado por Marketwatch, comenta que el ideal de chica que presenta la histórica muñeca ya no va con las chicas de hoy en día. Los esfuerzos por adaptar a la chica rubia a distintos entornos culturales y étnicos no parece surtir el deseado efecto de atraer nuevas seguidoras.
 
A comienzos de esta década, Barbie era la dueña de un 25% del mercado de juguetes de EEUU. El año pasado, la niña de Ruth Handler -esposa del fundador de Mattel- tuvo que conformarse con una cuota del 19,6% en la mayor economía del mundo. Sus hermanas pequeñas Monster High y American Girls vienen pisando fuerte y prometen jubilar poco a poco a su mentora. Lo mismo ocurre con algunas marcas de la competencia, como la cada vez más pujante saga My Little Pony, de Hasbro.
 
Las Bratz y las Lalaloopsy de MGA Entertainment tampoco ponen las cosas fáciles a la chica lista de Mattel. Sin embargo, los más optimistas piensan que tras un bache, Barbie podrá reponerse como ya lo hizo a mediados de los 2000. Las ventas cayeron entonces durante 10 trimestres consecutivos y en 18 ocasiones de 21. Después, las niñas volvieron a comprar más y más muñecas rubias como si nada hubiera pasado.
 
En lo que va de año, Mattel ha perdido un 24% de su capitalización bursátil, pero en los últimos cinco años los inversores han premiado a la juguetera con una revalorización superior al 100%. De los gustos de las niñas del mundo y en especial de las economías occidentales, dependerá que Barbie termine jubilada o vuelva con fuerza tras tomarse un respiro.