EEUU planta cara a la gran banca de inversión

Finanzas

EEUU planta cara a la gran banca de inversión

Barack Obama, presidente de EEUU

Las autoridades financieras de EEUU plantan cara a los excesos de la gran banca de inversión con abultadas multas que en Europa, y más aún en España, brillan por su ausencia. Mientras que en Europa, y más aún en España, las sanciones a los grandes bancos son hechos poco habituales, las autoridades financieras de EEUU parecen decididas a plantar cara a los excesos de la gran banca de inversión. En las últimas semanas, se han decretado abultadas multas contra algunas de las más reconocidas entidades internacionales.

El último en probar los efectos de la estrecha vigilancia de las autoridades estadounidenses ha sido Credit Suisse. El banco suizo ha sido acusado de ayudar a sus clientes a evadir al fisco de la mayor economía del mundo y ya se ha apresurado a poner sobre la mesa 800 millones de dólares, unos 585 millones de euros al cambio, para evitar una sanción mayor si las investigaciones siguen su curso.

De confirmarse estos supuestos, informa The Wall Street Journal, la sanción a Credit Suisse podría convertirse en la mayor impuesta nunca en EEUU por evasión fiscal a través de cuentas en el país centroeuropeo. Aunque el proceso de negociación se ha filtrado ya, el resultado de la investigación y las posteriores conversaciones podrían no ser firme y público hasta comienzos de verano, según ha destacado la prensa financiera local.

Hace sólo unos días, se hacía pública otra sanción más hacia otro banco europeo. El nacionalizado británico Royal Bank of Scotland (RBS), que tendrá que asumir una multa de 100 millones de dólares, unos 73 millones de euros al cambio de divisas, por haber acogido transacciones cubanas en territorio yanqui, quebrantando las leyes de bloqueo impuestas a la mayor de las Antillas. Según la prensa estadounidense, los hechos se remontarían al periodo comprendido entre los años 2005 y 2009 y se relacionarían también con otros países sancionados por las autoridades de EEUU como Sudán, Irán y Birmania.

Ya a finales del año pasado, la decisión de imponer una multa de nada menos que 13.000 millones de euros contra JP Morgan por la venta de productos financieros tóxicos durante la burbuja inmobiliaria, especialmente las llamadas hipotecas subprime marcó una tendencia que parece reforzarse. Aunque la abultada cifra tan sólo habría supuesto para el banco un 2,5% de lo que ingresó con la comercialización de estos productos, aún no se han visto condenas de este tipo a esta orilla del Atlántico.

En los últimos tiempos, las únicas grandes sanciones contra entidades financieras en Europa han sido las relacionadas con la manipulación de los índices interbancarios Euríbor en la Zona Euro y Líbor en Reino Unido. Incluso en este caso, Barclays y UBS se libraron del peso de la sanción de la Comisión Europea por haber colaborado con la investigación y haber aireado los trapos sucios de sus compañeros de negocio.

Mientras tanto, en España sigue sin haber ninguna sanción en firme por la comercialización de las polémicas participaciones preferentes. Los expedientes sancionadores se eternizan en los despachos de los organismos supervisores del mercado y ningún banquero ha tenido que rendir cuentas aún ante tribunal alguno a pesar de las muchas denuncias por malas prácticas que se han presentado en su contra. Tan sólo el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, ha tenido que explicar la compra de su antigua filial en Miami y el proceso amenaza con retirar de la carrera judicial al letrado que lo mandó a prisión.

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