La Unión Europea redobla los esfuerzos para sacar adelante el CETA

Tratado CETA

La Unión Europea redobla los esfuerzos para sacar adelante el CETA

CETA

Europa se juega su futuro durante este curso político: CETA, TTIP y Brexit. La Unión Europea enfrenta un curso político 2016-2017 lleno de incertidumbres y decisiones que marcarán el futuro a corto, medio y largo plazo de la organización. Durante este año lectivo, Europa decidirá o ejecutará sobre el Brexit, el TTIP y el CETA. Precisamente este último tratado – el CETA – es el que está en boca de todos a lo largo de las últimas semanas.
 
Los pronósticos auguraban un inminente acuerdo definitivo – firma incluida – entre la Unión Europea y Canadá. De hecho, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tiene previsto realizar una visita oficial a Bruselas la próxima semana. Un lugar y momento inmejorable para cometer los fastos de celebración institucional. Europa y Canadá unidos por una firma, y el libre comercio.
 
Sin embargo, esa firma se ha quedado sin tinta, al menos en Bélgica, donde el parlamento de Valonia ha rechazado suscribir el tratado CETA. Mientras esto siga así, Bélgica no podrá dar el ‘sí quiero’ al CETA, y como el acuerdo entre Canadá y la UE necesita el consenso unánime de todos los estados miembro de la Unión Europea, corre serio peligro de encallarse. Por eso varios líderes europeos, altos funcionarios de la UE y unos cuantos lobbies están redoblando los esfuerzos diplomáticos para intentar resolver el bloqueo. Nadie quiere que los invitados (Trudeau) lleguen antes de limpiar la casa. Siempre y cuando se considere el CETA como algo limpio y transparente. Que parece justo lo contrario.
 
Esos esfuerzos radican en intentar cambiar el parecer de los actores políticos europeos contrarios al tratado con Canadá, y sobre todo, el del parlamento Valón. Se habla incluso de incluir determinadas cláusulas que pudieran contentar a esta región. Algo sumamente improbable, cuasi imposible, pues el acuerdo está cerrado y una acción así podría sublevar a otros parlamentos regionales o nacionales.
 
En un momento de creciente sentimiento anti-globalización y anti-establishment, los líderes europeos intentan agarrarse a estos acuerdos como clavo ardiendo donde intentar recuperar la imagen de una Europa líder. Sin embargo, las dificultades para llegar a una firma final con Canadá ponen de relieve algo que lleva años constatándose: Un liderazgo ciertamente cuestionable.
 
Christophe Bondy, abogada y consejera de Canadá durante las negociaciones con Bruselas, se pregunta al hilo de esto: “Si Europa es incapaz de firmar un acuerdo con Canadá, uno de sus mejores socios, ¿con quién va a ser capaz de hacerlo?”. Una pregunta delicada pronunciada instantes antes de asegurar que el CETA es “una de las ofertas comerciales más progresistas y avanzadas jamás concebidas”.
 
En esa misma línea se ha pronunciado la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmström, que relaciona este asunto con la negociación del Brexit que comenzará en unos meses: “Si no podemos hacerlo con Canadá, no estoy segura de que podamos hacerlo con el Reino Unido”.

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