La UE gastó de forma irregular 5.500 millones de euros en 2015

El informe anual del Tribunal de Cuentas se publicó en un momento en el que se está realizando un profundo análisis de los fundamentos de la UE. La Unión Europea gastó de forma irregular 5.500 millones de euros del presupuesto en 2015, informaron hoy los auditores del Tribunal de Cuentas Europeo y advirtieron de la pérdida de confianza de los ciudadanos.
 
El informe anual del Tribunal de Cuentas se publicó en un momento en el que se está realizando un profundo análisis de los fundamentos de la UE después de que Reino Unido decidiera abandonar el grupo, algo que en parte es considerado una manifestación de un extendido euroescepticismo.
 
«Los ciudadanos no pueden comenzar siquiera a confiar en las instituciones de la UE si no creen que estemos cuidando debidamente el dinero que nos dan y presentando fielmente en las cuentas cómo lo estamos llevando a cabo», dijo el presidente del Tribunal, Klaus-Heiner Lehne.
 
Las irregularidades afectaron a un 3,8 por ciento del presupuesto total europeo para 2015, por debajo del 4,4 por ciento del año anterior.
 
El Tribunal afirmó que el objetivo debe ser alcanzar como mucho un nivel de error del 2 por ciento.
 
El organismo de control situado en Luxemburgo comunicó que la mayoría de los errores se localizan en las ayudas regionales concedidas a los Estados miembro y en el intento de impulsar el crecimiento y el empleo en los países maltratados por la crisis, al igual que el año pasado.
 
Los miembros de la Unión y el Ejecutivo del bloque, la Comisión Europea, corrigieron algunas de las irregularidades y consiguieron impedir que el nivel aumentara hasta el 5,5 por ciento del total.
 
Sin embargo, los auditores del Tribunal de Cuentas opinan que «un buen número de errores podría haberse evitado» y piden a la Comisión que utilice todo su poder para reducir errores futuros y recuperar los fondos malgastados. Por ejemplo, recomiendan otorgar las subvenciones a aquellos que cumplan con determinados requisitos. En los casos que esto es así, la tasa de error es mucho más baja que en aquellos que se basan en las declaraciones presentadas por los beneficiarios.
 
Además, creen que una simplificación de las normas de otorgamiento de las ayudas podría mejorar la situación, puesto que el riesgo de cometer errores es más alto cuanto más complejas son las indicaciones.
 
Sin embargo, negaron que la tasa de error sea una señal de estafa, ineficiencia o malgasto, pues los casos en los que se sospecha de estafa son gestionados por la Oficina Europea de Lucha Contra el Fraude (Olaf) y en 2015 fueron 12.