La filtración de Greenpeace espolea el ‘no’ de Francia al TTIP

La filtración de Greenpeace espolea el ‘no’ de Francia al TTIP

No al TTIP

El secretario de Estado de Comercio Exterior francés cree que “la opción más probable” es que las negociaciones sobre el tratado se interrumpan. El secretario de Estado de Comercio Exterior francés, Matthias Fekl, ha admitido hoy en una entrevista radiofónica que, a día de hoy, la interrupción de las negociaciones del Tratado Trasatlántico de Comercio e Inversión (TIIP) es “la opción más probable”. El responsable galo hace estas declaraciones apenas un día después de que Greenpeace haya filtrado 248 páginas confidenciales sobre las conversaciones para avanzar en la redacción del tratado. Los documentos revelan más presiones de Estados Unidos sobre leyes y estándares europeos de los que se habían admitido de manera pública, según el análisis de los críticos.

El secretario de Estado francés cree que las conversaciones se paralizarán “dada la posición de Estados Unidos a día de hoy”. Denuncia la actitud del gigante norteamericano durante el último año y acusa a la Administración Obama de pedir demasiado a la UE a cambio de ofrecer muy poco: “Queremos reciprocidad”, ha afirmado Fekl, considerando que en su estado actual el acuerdo no es “en absoluto” aceptable, según declaraciones recogidas por AFP.

“Es un acuerdo que, tal como sería de aprobarse hoy, es un mal acuerdo”, ha insistido, destacando que Francia es por el momento el único estado que ha dado “la voz de alarma”. El político defiende que París no aceptará la imposición de un tratado en contra de su voluntad: “No se puede alcanzar un acuerdo sin Francia, y menos aún contra Francia”, ha sostenido.

En efecto, Francia es el socio europeo con una posición más dura frente al polémico tratado. Durante la visita de Barack Obama a Europa hace unos días, el presidente francés, François Hollande, sostuvo públicamente que el país se reserva “el derecho a decir no” al acuerdo, si éste no se atiene a los intereses galos.

Entre los aspectos para encontrar un espacio común con Washington, el Gobierno francés pide que sus pymes puedan tener acceso al mercado estadounidense y “defender la agricultura y denominaciones de origen”, uno de los aspectos más problemáticos en las negociaciones. También recuerda que Francia exigirá respeto por las leyes ambientales, al considerar “que no tendría ningún sentido hacer celebrado la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático (COP21), haber conseguido un acuerdo sobre el medio ambiente, y firmar meses después un acuerdo para deshacerlo”, ha atacado Fekl.

«El comercio no es un fin en sí mismo, es una herramienta», ha remachado el máximo responsable francés en Comercio Exterior. La filtración de la ONG verde ayer parece haber soliviantado al Gobierno galo ante las negociaciones en manos de la cúspide de la UE. Según los documentos sobre las últimas conversaciones entre comisión negociadora europea y Estados Unidos, existen fuertes presiones de EEUU sobre las leyes de protección al consumidor y estándares ambientales y de salud europeas, así como posturas «irreconciliables» en determinados ámbitos.

El rechazo francés se suma a la postura de otros polos críticos en el seno de la UE, como el de la influyente ala izquierda del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), que reclamó hoy el fin de las negociaciones para el tratado de libre comercio tras la publicación de Greenpeace.

El TTIP lleva negociándose desde 2013 y persigue la eliminación de aranceles y la armonización regulatoria entre ambos lados del Atlántico. Con ello se pretende eliminar trabas económicas y burocráticas en el comercio de bienes y servicios, y su firma contempla crear la mayor área de comercio del planeta, dando cabida a unos 850 millones de consumidores.

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