La compra de WhatsApp por parte de Facebook por una cifra total de 19.000 millones de dólares (unos 13.800 millones de euros) se ha convertido en la adquisición más sonada de los últimos meses. La compra de WhatsApp por parte de Facebook por una cifra total de 19.000 millones de dólares (unos 13.800 millones de euros) se ha convertido en la adquisición más sonada de los últimos meses. ¿Por qué un desembolso tan grande para una ‘app’ prácticamente gratuita y sin publicidad? ¿Se hará la red social con una multitud de datos personales? ¿Cuál es el futuro del servicio de mensajería instantánea? ¿Se verán afectados los usuarios?
Una de estas incógnitas quedó resuelta poco después: el fundador y CEO de WhatsApp, Jan Koum, desveló uno de los planes de la aplicación tras la operación. En una de sus conferencias en el Mobile World Congress celebrado a finales de febrero en Barcelona, anunció que estaban trabajando para introducir en su servicio las llamadas de voz, que llegarán a partir del segundo trimestre del año.
“Vamos a añadir servicio de voz a WhatsApp para que la gente pueda estar en contacto con amigos y seres queridos, sin importar en qué parte del mundo se encuentra”, apuntó después de recordar cómo eran las comunicaciones en su infancia. Un nuevo servicio que llegará primero a los dispositivos con Android e iOS y desembarcará más tarde en BlackBerry y Windows Phone.
Con esta estrategia, WhatsApp pretende ‘rascar’ usuarios a sus principales competidores: Line y Telegram. Precisamente, esta última ganó 8 millones de usuarios en los días posteriores al anuncio de la compra de Facebook. Antes de la ‘noticia bomba’, Telegram crecía a un ritmo de entre 300.000 y 400.000 descargas diarias; cuando se conoció el acuerdo, la cifra prácticamente se triplicó hasta un rango medio de entre 800.000 y un millón de usuarios nuevos al día.
Y es que la operación ha desatado muchas voces en contra. Muchos entienden esta adquisición como una estrategia de Facebook para hacerse con miles de datos, o temen que el servicio de mensajería instantánea cambie su política de privacidad o comience a introducir publicidad. Desde la red social y la ‘app’ se han negado por activa y por pasiva estas intenciones.
Además, ambas compañías estarán muy vigiladas, según han advertido las autoridades de EEUU. La Comisión de Comercio Federal del país norteamericano (FTC, por sus siglas en inglés) les ha alertado que seguirá muy atenta las actuaciones de ambas empresas, y ha recordado a Facebook que el servicio de mensajería instantánea debe mantener su actual política de privacidad.
En este sentido, la directora de la Oficina de Protección del Consumidor de la FTC, Jessica Rich, ha apuntado que, en el caso de que WhatsApp quiera realizar cambios en estas políticas de privacidad después de pasar a manos de la red social, necesitaría el consentimiento de los consumidores antes de realizar las modificaciones. De no ser así, las autoridades prometen presentar cargos por el incumplimiento de las promesas realizadas a los consumidores del servicio de mensajería instantánea.
Por su parte, Line ha querido contrarrestar la estrategia de WhatsApp adelantándose a la jugada. El servicio de mensajería instantánea lanzó unas tarifas planas de llamadas para que sus usuarios puedan ponerse en contacto por voz con sus familiares y amigos a un precio muy asequible: 2 céntimos por minuto en llamadas a líneas fijas y 9 céntimos a teléfonos móviles, sin coste de establecimiento ni cuota mensual. De momento, está disponible en ocho mercados, entre los que se encuentra España.
Pero además del nuevo servicio de llamadas de voz, Facebook podría tener otros planes para WhatsApp, que se estarían evaluando en Alemania. En el país germano, se ha aliado con la ‘teleco’ e-Plus para lanzar su propia operadora móvil virtual (OMV). Han empezado a comercializar una SIM de prepago que permite a los usuarios utilizar la aplicación recientemente comprada por Facebook de forma ilimitada, es decir, se podrá usar de forma gratuita incluso después de haber agotado la tarifa de datos. Con estas tarjetas, por un precio de 10 euros, se pueden realizar llamadas, mandar SMS y con conectarse a Internet. ¿Pretende WhatsApp convertirse en una OMV a escala internacional?
El anuncio de la operación fue además toda una sorpresa no sólo por la elevada cifra, sino también porque la plataforma de Mark Zuckerberg cuenta ya con una herramienta similar, Facebook Messenger. Se pensó entonces que la red social comenzaría a dejar de lado su propia aplicación de mensajería instantánea; pero lejos de ello, Facebook decidió darle vida obligando a los usuarios de la versión móvil de la plataforma a descargarse su Messenger para poder mandar y recibir mensajes privados. También permite realizar llamadas gratuitas. Unas estrategias que funcionan, pues Facebook Messenger es ya la tercera herramienta de este tipo más utilizada tras WhatsApp y Line. La herramienta propia de la red social cuenta con 200 millones de usuarios, por debajo de los 400 millones de Line y de los 500 millones de WhatsApp.
Así, a pocos meses de la operación de compra, lo único que está claro es que tanto Zuckerberg como Koum juegan al despiste.
