Rajoy se mosquea con Margallo por traerse a Zapatero en el avión oficial

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Rajoy se mosquea con Margallo por traerse a Zapatero en el avión oficial

José Manuel García-Margallo, ministro de Exteriores en funciones

Los viajes ‘por libre’ que realiza el ministro de Exteriores ya no sólo irritan a Santamaría sino también a Mariano Rajoy. Parece que el hecho de que ministro de Exteriores siga yendo por libre ya no sólo molesta Soraya Sáenz de Santamaría sino que José Manuel García-Margallo ha logrado irritar también a Mariano Rajoy, con lo que la tensión se masca en el Consejo de Ministros.

Cuenta Elconfidencialdigital.com que en concreto, desde Presidencia acusan al titular de Exteriores de que en realidad “no está en funciones”, porque intensifica la actividad internacional realizando viajes “por libre”, como una forma de responder a la mayor responsabilidad que Mariano Rajoy está otorgando a Soraya Sáenz de Santamaría dentro del Ejecutivo.

Y explican desde este medio online que “el primer viaje polémico de José Manuel-García Margallo que ha desagradado en Moncloa se produjo hace dos semanas, cuando el ministro se trasladó a Kazajistán y Azerbaiyán. En el primer país promocionó las empresas españolas y participó en un foro económico. Hasta ahí todo en orden. Pero en Azerbaiyán, el ministro tomó una serie de decisiones que molestaron en Moncloa.

La primera fue acudir al Foro de la Alianza de Civilizaciones, que se celebraba en Bakú, para dar apoyo a un proyecto que en su día impulsó el anterior Gobierno, de mayoría socialista. En el acto, además, se dejó fotografiar junto a José Luis Rodríguez Zapatero, impulsor de esta organización, muy criticada durante años por el PP.

“Pero lo que más indignó a Rajoy y a Sáenz de Santamaría es que el titular de Exteriores invitara a al ex presidente del Gobierno a regresar a España con él en el avión oficial, en el que también iban los periodistas. Ese gesto, que se ha difundido en los mentideros políticos, llegó a Moncloa, y en el siguiente Consejo de Ministros “hubo caras muy largas”, según señala elconfidencialdigital.com

La siguiente maniobra de Margallo que ha caldeado los ánimos en Presidencia –siempre según el mencionado digital- se produjo el pasado 28 de abril, coincidiendo con la reunión entre Soraya Sáenz de Santamaría y el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.

Las fuentes que ha consultado elconfidencialdigital.com aseguran que, con ese encuentro, Rajoy oficializó que su apuesta para desatascar el problema soberanista de Cataluña es la vicepresidenta, y no un Margallo que, hasta entonces, había protagonizado los acercamientos del Gobierno con la Generalitat. Y el titular de Exteriores, como respuesta ante esa marginación, quiso tener su propio protagonismo organizando un viaje exprés a Libia.

A las controversias de estos dos viajes se unió la polémica con Eurovisión por haber incluido la ikurriña entre las banderas prohibidas por la organización del concurso.

Explica el citado digital que “las polémicas a propósito de sus viajes a Azerbaiyán y Libia no han impedido que García-Margallo haya organizado una visita a Cuba el próximo fin de semana, con el objetivo, tal y como ha difundido Exteriores, de abordar la reestructuración de la deuda de aquel país firmada hace unos días.

Desde Moncloa, sin embargo, se interpreta este viaje como un intento más del ministro de responder a Sáenz de Santamaría. Y es que, tan solo tres días después de que el titular de Exteriores regrese de la Habana, se celebrará en la isla un foro bilateral hispano-cubano, impulsado por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, considerado desde hace tiempo como uno de los “sorayos”.

Margallo ,según el digital, habría “pretendido dar aún más importancia al viaje a Cuba llevándose con él a otros miembros del Gobierno. Sondeó a Rafael Catalá, pero el titular de Justicia tenía la agenda ocupada. Ha contactado con la ministra de Fomento, Ana Pastor, que está intentando cuadrar fechas para acompañarle a La Habana”.

Y concluye que “esta nueva ofensiva que no ha pasado inadvertida en Presidencia, donde acusan a Margallo de pretender movilizar a miembros del llamado G-8 (los ministros “antisorayos”) en su propia campaña personal contra Sáenz de Santamaría.”

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