En el día después del anuncio de la adjudicación de Novagalicia a Banesco, la operación aún muestra más sombras que luces, en opinión de algunos analistas. Las incógnitas que siguen en el aire tras la ‘sorprendente’ resolución de la subasta de Novagalicia, que ha sido adjudicado al grupo Banesco por unos 1.000 millones de euros, siguen sin despejarse. Una circunstancia en la que tiene mucho que ver el ejercicio de ‘opacidad’ realizado por el FROB en este asunto, según algunos analistas consultados por elboletin.com.
Algunas fuentes oficiales de este organismo han intentado explicar a las agencias de prensa, ciertos detalles que no se dieron a conocer en primera instancia como el hecho de que finalmente, Banesco vaya a recibir 200 millones de euros adicionales para cubrir futuras contingencias como las derivadas de las reclamaciones de los preferentistas y los posibles costes del pleito que el banco de las cajas gallegas sostiene con Aviva.
Al menos, así se explica en una información publicada por la agencia Efe, que contradice las noticias al respecto publicadas ayer, en las que se aseguraba que Banesco, el banco venezolano que afronta la operación con matrícula española, no iba a solicitar ayudas públicas para resolver estas contingencias.
Desde el FROB se asegura ahora que el comprador tendrá que hacer frente a unas pérdidas de unos 1.000 millones de euros, prácticamente lo que va a pagar, a cuenta de una cartera de créditos fallidos que no están provisionados, lo que hace pensar a los responsables de la institución que se ha hecho una buena venta.
¿Buena? En sus declaraciones a las agencias, estas fuentes paraoficiales, admiten que las pérdida de 8.000 millones que recaerá en los contribuyentes les impide estar completamente satisfechos del negocio. Aunque creen que no tendrá un gran impacto en el déficit, porque la mayoría se usó para llenar su agujero patrimonial y ya está contabilizado.
Banesco pagará a plazos y habría aportado otras garantías para asegurar este desembolso. A pesar de ello, el Estado español seguirá respondiendo ante Europa del crédito concedido para el rescate bancario. Lo que ha hecho que muchos consideren la operación un inexplicable regalo del Frob al grupo presidido por Escotet, en el que habría pesado mucho la opinión del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Otras cuestiones sin aclarar se relacionan con los bancos de inversión que han intermediado en la operación. En principio el mandato había sido otorgado a BNP Paribas que finalmente se habría encargado del asunto.
Pero, por medio, se encargó también a Mediobanca que colocará un paquete de créditos malos por un valor nominal de 4.500 millones de euros, que han sido adjudicados también a Banesco. En el mercado se asegura que BNP, al encontrar un comprador para todo habría realizado toda la operación por la que le corresponde una ganancia de cerca de 700.000 euros, según algunas fuentes.
Hay otros muchos rumores, relacionados con la posibilidad de que los paquetes de créditos malos tengan ya un comprador, lo que permitiría a Banesco desembolsar el primer pago previsto en la operación sin arriesgar dinero propio. Desde el FROB no se han atendido las llamadas de este medio para contrastar estas informaciones.
