¿Por qué puede interesarte montar una franquicia inmobiliaria?

Los expertos señalan que abrir una sucursal inmobiliaria es una buena opción de autoempleo al calor de la incipiente recuperación del mercado. La incipiente y paulatina recuperación de la compraventa de viviendas ha vuelto a resucitar el interés por las franquicias inmobiliarias, que se presentan como una buena opción de autoempleo ya que no requieren una gran inversión y suponen para el emprendedor sentirse “más seguro” al iniciar la aventura en el negocio del ladrillo al amparo de una marca reconocida en el mercado. También pueden ser una alternativa a tener en cuenta para el propietario de un local comercial que esté buscando darle una salida.
 
Beatriz Vega, directora del Departamento de Expansión de Tormo Franquicias, informa que el sector facturó el ejercicio pasado un total de 126 millones de euros e indica que este año ha habido un repunte en el interés por este tipo de negocios, después del periodo negro vivido entre 2008 y 2011 durante el cual se cerraron entre un 20% y un 25% de las oficinas franquiciadas. “En 2016 ha habido mucho interés por parte de los emprendedores, y también mucho movimiento por parte de las centrales que buscan nuevos franquiciados y reabrir localizaciones que echaron el cierre durante la crisis”, explica la directiva de Tormo Franquicias, un repunte que también certifica Fernando Ruiz, director de Proyectos de mundofranquicia.com, que vincula el atractivo que actualmente tiene montar una de estas franquicias en su buena rentabilidad, que fija en un 35% sobre la facturación.
 
Vega también añade el buen momento del alquiler como otra de las causas que potencia el interés por montar una sucursal inmobiliaria –ya que complementa el todavía reducido número de operaciones de compraventa- a lo que se une el hecho de que muchas franquicias se hayan hecho con parte de la cartera de viviendas de los bancos, un dato que “es muy interesante para cualquier franquiciado que acceda al sector”.
 
La primera cuestión que debe tener en cuenta quien esté interesado en montar una franquicia inmobiliaria es la inversión que deberá hacer, una inversión que dependerá lógicamente de los requisitos que exija la matriz para abrir una sucursal y que de media será de 40.000 euros, según ambos expertos, ya que el capital necesario para abrir uno de estas oficinas se mueve entre los 25.000 y los 120.000 euros -que es el necesario para cubrir las exigencias que piden las franquicias que se mueven el segmento más de lujo- más un remanente de tesorería con el que hay que contar para comenzar a andar. Esa inversión inicial incluiría el canon de entrada, la adecuación del local y el mobiliario, avales….
 
El representante de mundofranquicia.com recuerda que la mayoría de las franquicias obligan al franquiciado a contar con espacios físicos, y hace notar que normalmente prefieren zonas con un importante tránsito peatonal para darle visibilidad al negocio. Las dimensiones de la oficina dependen lógicamente de la enseña pero según la directiva de Tormo Franquicias salvo las empresas que venden viviendas de lujo con precios a partir de 500.000 euros -que exigen locales premiun de unos 120 metros cuadrados bien decorados- el resto de las enseñas reclaman establecimientos de entre 30 y 50 metros cuadrados. Señalando el representante de mundofranquicia.com que generalmente las franquicias tienen equipos que ayudan a buscar local al aspirante.
 
Otra pregunta que surge a la hora de analizar este nuevo resurgir de la franquicia inmobiliaria es quién está mostrando más interés en abrir uno de estos negocios. Fernando Ruiz señala que el perfil de personas que se interesan es “disperso”, y explica que entre un 20 y un 25% de los que acercan lo hacen como fórmula de inversión, pero la mayoría, un 60%, son desempleados o profesionales en activo que tiene experiencia en gestión comercial.
 
Y es que el perfil “eminentemente comercial” de quien se arriesga a montar una franquicia inmobiliaria, según Beatriz Vega, no ha cambiado con la crisis, ya que los nuevos franquiciados suele ser personas que están familiarizada con la venta, señalando que lo ideal sería que tuviera estudios superiores –aunque no es un requisito imprescindible- un perfil que actualmente se cumple “ya que este tipo de iniciativas empresariales se han convertido hoy en día en una salida para mucha gente con estudios universitarios”.
 
El atractivo de las citadas franquicias entre los universitarios es algo que confirma un reciente estudio que ha realizado la red Alfa Inmobiliaria. Según dicho informe “el sector, atrae a perfiles cada vez más preparados (en un 50% con estudios universitarios), que ponen en marcha una iniciativa empresarial tras 15 años de media prestando sus servicios por cuenta ajena”.
 
La radiografía actual del franquiciado del sector inmobiliario, tal y como explica Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria es, a grandes pinceladas, en un 60% varones, con una media de 42 años de edad y estudios superiores. “En el caso de la zonas costeras, sin embargo, predominan las oficinas impulsadas por mujeres, y en este caso la edad media es ligeramente inferior, aproximadamente 38 años”.
 
Sobre las exigencias de personal, tanto desde Tormo Franquicias como desde mundofranquicias.com señalan que las matrices suelen exigir que en cada oficina trabajen tres personas de medias, aunque se suele empezar siendo sólo una persona la que está al frente de la sucursal, como trabajador autónomo.
 
Y es precisamente la fidelización del personal, el principal ‘escollo’ que el director de Proyectos de mundofranquicia.com encuentra a la hora de decantarse por una de estas franquicias. “ Lo más complicado –en opinión de Fernando Ruiz- es “encontrar buen personal y mantenerlo” por lo que hay mucha rotación. Mientras que opinión de Beatriz Vega añade otro punto débil que es el hecho de que “el mercado bancario ya no es tan permeable a los créditos hipotecarios”
 
Finalmente, ambos expertos piden no olvidar que en este mercado “hay mucha competencia” debido a que no tiene barreras de entrada, por lo que hay un evidente riesgo de saturación dado el número de transacciones que se realizan actualmente.