Cómo convertirse en promotor en el centro de Madrid y Barcelona con 1.000 euros de inversión

Inmobiliario

Cómo convertirse en promotor en el centro de Madrid y Barcelona con 1.000 euros de inversión

Piso en venta

El crowfunding inmobiliario amplia las posibilidades de invertir en ‘ladrillo’ para el pequeño y mediano ahorrador. La financiación colectiva, o crowdfunding, está implantándose con fuerza en el sector inmobiliario, lo que permite al pequeño ahorrador participar en un negocio hasta ahora reservado a las grandes fortunas: la promoción. La novedad es que a las plataformas de crowdfunding inmobiliario, que ofrecen a los particulares invertir en inmuebles promovidos por terceros, se suma ahora Privalore, una promotora que compra pisos y después los abre a los inversores particulares interesados mediante campañas de crowdfunding en su propia página web, con la intención de remodelarlos -incluyendo materiales y técnicas saludables que incrementen su valor en el mercado- y posteriormente venderlos.
 
Jorge Marques, cofundador y CEO de Privalore explica que Privalore “no es un intermediario, no es una plataforma de financiación privativa de las que ofrecen proyectos de promotores terceros y que están reguladas por la Ley 5/2015 de financiación empresarial”, sino que es una promotora que compra viviendas en el centro de Barcelona y Madrid con fondos propios o mediante préstamos bancarios, precisando que la empresa aporta como mínimo el 65% de la inversión, y posteriormente ofrece los pisos a la financiacion colectiva para rehabilitar los inmuebles en un plazo de dos meses y posteriormente venderlos, en más o menos medio año.

 

El mínimo establecido por esta promotora para invertir sus viviendas es 1.000 euros, «obteniendo rentabilidades de entre un 12 y un 17% anualizado”, según señala Jorge Marques, quien explica que decidieron establecer una cantidad mínima más elevada que la fijada en algunas de las plataformas de financiación participativa “porque dudamos que el que pone 50 euros en una inversión se lea los contratos que firma y creemos que la cifra de 1.000 euros es una cantidad equilibrada para permitir que casi la totalidad de las personas que dispongan de algunos ahorros puedan tener cabida en el negocio pero también que tengan un grado suficiente de implicación en el proyecto en el que invierten”.
 
El CEO de Privalore pone un ejemplo práctico de la rentabilidad de este tipo de inversiones y de su fiscalidad posteiror. Explica que si un particular invierte 2.000 euros sacará un rendimiento de 220 euros. Y a continuación explica que esa cantidad tributará el 19% en IRPF como ingresos del ahorro, más el 1% del valor real del capital que habrá que a aportar por la rescisión del contrato de cuentas en participación sujeto al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, por lo que al final el beneficio a los ocho meses –que es el plazo establecido para la obra y la venta- será de 200 euros.
 
Jorge Marques indica que la diferencia de esta promotora que realiza crowfunding directo con una Socimi – es que “cuando inviertes en Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria confías en la gestión que va a hacer la sociedad y no eliges el patrimonio en que vas a colocar el capital, mientras que aquí decides en qué pisos inviertes porque te interesa la zona, conoces el barrio…, además de que el patrimonio de las Socimi está destinado alquiler y el nuestro está dirigido a la venta”.
 
El director ejecutivo explica que se eligen pisos sólo en el centro de Madrid y Barcelona, y de determinadas características, para tener asegurada una doble clientela de compra tanto nacional como internacional y también precisa que son una “promotora horizontal” , es decir que no compran edificios completos para rehabilitar como hacen otros promotores, sino que adquieren viviendas sueltas en cada finca y no fincas completas para evitar el sobrecalentamiento del precio que se deriva de la falta del suelo y al mismo tiempo para diversificar el riesgo. Añadiendo que “si vas piso por piso siempre encuentras a un vendedor particular que pos sus circunstancias quiere vender a un precio razonable”.
 
Además, hay una última la diferencia de que los pisos que se remodelan por parte de esta empresa: que durante la reforma les proporciona una serie de acabados saludables es decir se utilizan y técnicas que cuidan de la salud, y se utilizan materiales no tóxicos con certificados saludables o ecológicos, lo que se acompaña de un proceso constructivo sin residuos, con lo que «todas las viviendas están certificadas con huella de carbono neutra”.
 
El CEO de esta promotora considera que con su forma de proceder no “están especulando sino creando valor real, sin edificar obra nueva, sino rehabilitando pisitos céntricos de una manera saludable”, al tiempo que considera contribuyen a mejorar la imagen de la promoción inmobiliaria, que en ocasiones se entiende como una negocio “oscuro y poco transparente”.

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