Este nuevo paquete de despidos llega un año después de que el banco español cerrase casi la mitad de sus oficinas en suelo luso. BBVA pierde fuerza en Portugal. El banco español cerrará 26 oficinas de banca comercial y despedirá a 187 empleados, lo que se traduce en el cierre de casi dos tercios de las oficinas que tenía en suelo portugués. Estos despidos forman parte del último ajuste del plan de reestructuración lanzado hace un año por la entidad para garantizar un “modelo sostenible”.
De esta forma, la entidad presidida por Francisco González reduce su presencia en Portugal a 12 oficinas y a 396 trabajadores. Desde el BBVA se ha garantizado que el banco “siempre” mantendrá su presencia en el país luso, ya que se trata de un mercado de “gran interrelación” con España, “la geografía principal del grupo”, según ha informado Europa Press.
BBVA ya decidió justo hace un año cerrar la mitad de sus oficinas en Portugal para, según la entidad, asegurar la sostenibilidad del negocio en el país vecino, una estrategia que implicaba el despido de 177 empleados, la cuarta parte de su plantilla. El banco atribuyó en su momento esta decisión a las pérdidas acumuladas durante los últimos años de la filial en Portugal. Esta vez, esa sostenibilidad aún no ha mejorado y sigue siendo el motivo.
Ahora el objetivo marcado pasa porque BBVA Portugal siga con su estrategia de crecimiento del negocio con sus clientes, asegurando un modelo de relación más centrado en el servicio, apalancado en la tecnología y en la proximidad a sus usuarios. La filial portuguesa del BBVA se centrará a partir de ahora en el segmento ‘premium’ y grandes empresas.
Este recorte de plantilla y red de oficinas llega mientras sigue sin resolver por completo la recolocación del personal de la antigua CatalunyaCaixa en BBVA. Un total del 56% de los despedidos deberá esperar a la segunda ronda para saber si encuentra acomodo en el grupo o pasa a formar parte de los 94 trabajadores que serán despedidos. La antigua entidad catalana formalizó el pasado octubre su ERE para 1.557 empleados, que se traducirá finalmente en 1.063 bajas voluntarias, 400 recolocaciones y 94 despidos y se espera que esté finalizado el 31 diciembre de 2016.
