¿Son adecuadas las socimi para el pequeño inversor? Pros y contras

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¿Son adecuadas las socimi para el pequeño inversor? Pros y contras

Pantalla de cotizaciones del Ibex 35

Los expertos ofrecen algunas claves para invertir en estas sociedades, que viven un momento dulce y se han convertido en protagonistas claves del mercado. Las socimi, Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria, viven un momento dulce y, en apenas un año, se han convertido en protagonistas claves del mercado gracias a la confianza de los grandes inversores que apuestan por la recuperación del sector, aunque hay expertos que consideran que estas sociedades (que invierten mayoritariamente en inmuebles para gestionarlos en régimen de arrendamiento) no son patrimonio exclusivo de las grandes fortunas sino que pueden ser una buena opción para los pequeños y medianos ahorradores.

Jaime Pascual-Sanchíz, director general ejecutivo de la consultora inmobiliaria Aguirre Newman, es de los que creen que las socimi (concretamente las cuatro mayores —Hispania, Lar, Merlin Properties y Axia Real Estate, que son las que cotizan en el Mercado Continuo) pueden ser una alternativa para todos los bolsillos a pesar de que hasta el momento han sido los grandes inversores los que han apostado por ellas.

Explica el representante de Aguirre Newman que la socimi o la compra directa de un inmueble son dos formas distintas de acceder a activos del mercado inmobiliario, que tienen sus ventajas e inconvenientes por lo que conviene estar informado.

A favor de invertir en el ‘ladrillo’ a través de una socimi dicho experto indica que “te da la capacidad de acceder al mercado inmobiliario con poco dinero”, ya que se trata de comprar acciones con lo que -por ejemplo- a partir de 1.000 euros ya puedes ‘jugar’ en el mercado inmobiliario”.

Otro elemento atractivo a la hora de decantarse por colocar parte de los ahorros es una socimi -del que informa el director general ejecutivo de Aguirre Newman- es que el inversor puede recuperar su dinero cuando lo desee ya que “las acciones las vendes cuando quieras, entrando y saliendo al valor de cotización”, a lo que habría añadir la ventaja que supone la diversificación de la inversión, una diversificación que disminuye el riesgo que supone tener inmuebles sin alquilar.
Otra ventaja para la persona que invierte en una socimi es que tiene un mejor tratamiento fiscal que si lo hace en una cotizada inmobiliaria tradicional, puesto que las socimi no pagan Impuesto de Sociedades, siendo los accionistas los que tributarán al percibir los dividendos.

Recalca además Pascual-Sanchíz el hecho que se puede elegir entre distintas sociedades que invierten en oficinas, centros comerciales, residencial….según el riesgo que se quiera correr. Y, por último, a favor de esta opción de inversión inmobiliaria, recuerda la comodidad de olvidarse de la gestión de los inmuebles, que queda en manos de terceros, sin el engorro de encargarse de buscar inquilinos, encargarse de cobrar las renta, reformas…

Sin embargo, el directivo de Aguirre Newman subraya que el pequeño ahorrador debe tener claro que si invierte en una socimi está ‘jugando en bolsa’ con la correlación que eso implica con el mercado financiero.
Por el contrario, si el pequeño inversor decide apostar por la recuperación del sector inmobiliario comprando un inmueble la ventaja principal, tal y como recuerda este experto, “es que tú eres quien decide el destino de tu activo inmobiliario, es decir decides cuando quieres alquilar o vender y no lo hace un gestor en tu nombre”.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que para ‘volar solo’ también se necesita un mayor volumen de inversión, ya que el mínimo capital para adquirir un activo bueno que se pueda alquilar bien serían los 35.000 0 40.000 euros que cuesta comprar una buena plaza de parking en una zona céntrica.

El director de Análisis de Mercado de ST Sociedad de Tasación, César Hernándeztambién considera que a aquellos pequeños y medianos inversores que están pensado comprar un inmueble para alquilarlo quizá le salga más a cuenta invertir en una socimi “porque le va a dar más rentabilidad”, una rentabilidad bruta que cifra entre el 4,5% y el 5%, destacando especialmente el hecho de que estas cotizadas tienen la obligación de repartir dividendo todos los ejercicios y de repartir el 80% de los beneficios en dividendo.

Hay que recordar que la rentabilidad de las socimi se consigue con la distribución obligatoria de dividendos: cada año debe distribuir como mínimo el 80% de los beneficios que obtenga con el arrendamiento de sus inmuebles, el 100% de los beneficios procedentes de dividendos de sociedades participadas con el mismo objeto social y régimen similar a las socimi y el 50% de los beneficios derivados de la transmisión de inmuebles y acciones tras el plazo obligado de mantenimiento, siempre que se reinvierta el otro 50%.

Dicha rentabilidad puede ser interesante en opinión de Guillermo Barrio, analista de Ahorro Corporación, que la reconoce como una ventaja, aunque este experto cree que este tipo de cotizadas están enfocada más bien a inversores grandes. “Hay que tener en cuenta que, como en todo lo inmobiliario, el perfil de riesgo es muy alto”, recalca.

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