Los números rojos de las arcas públicas se han reducido considerablemente frente al año pasado. Sin embargo, el margen de maniobra para cumplir con Bruselas se estrecha. El déficit público a cierre de julio se quedó en un 3,08% del PIB español. Una cifra que reduce considerablemente la de hace un año pero que tan sólo deja un estrecho margen para que Montoro pueda cumplir a final de año el objetivo pactado con Bruselas. Para los últimos cinco meses del año le queda menos de una séptima parte del tope del 3,5%.
En cifras absolutas, el déficit público acumulado hasta junio alcanzó los 32.050 millones de euros. Frente a números del año pasado, el recorte es de un 13% según se recoge en la Contabilidad Nacional. Excluyendo el gasto financiero, que crece un 5,5% a consecuencia del mayor volumen de deuda aun cuando los tipos de interés vienen cayendo drásticamente desde que arrancó el año, el déficit primario totalizó 14.741 millones, un 27,9% menos que en 2013.
El Ministerio de Hacienda que dirige Montoro ha destacado en un comentario al respecto que la mejora de las cifras de la Administración Central se explica sobre todo, más que por los ingentes recortes públicos, en el incremento de la recaudación de impuestos. Esto ha permitido, se subraya, que los recursos financieros del Estado crezcan un 3,0%, en tasa interanual hasta los 70.468 millones, mientras que los gastos se han rebajado en un 2,6% hasta los 102.518 millones.
A pesar de esta mejoría, la proximidad al tope acordado con Bruselas hace que los expertos del Ministerio tengan que cuadrar al máximo las cuentas para evitar cualquier posible desvío. Y es que, sólo del pasado junio a julio, último mes para el que este viernes se publicaban cifras, el incremento ha sido de seis décimas, casi tanto como lo que le resta a Montoro para cuadrar cinco meses más.
Por si fuera poco, la Comisión Europea ya advirtió que vigilaría muy de cerca la reforma fiscal española para evitar desvíos. El encargado de poner el punto sobre la iniciativa fue el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn. “Estábamos en general al corriente de los planes del Gobierno español de tomar más medidas en el campo tributario, pero no puedo decir que hayamos sido consultados intensivamente”, llegó a señalar.
