James Taylor graba un disco con canciones nuevas, después de 13 años

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James Taylor graba un disco con canciones nuevas, después de 13 años

James Taylor

El cantautor estadounidense recupera su sonido ‘folkie’ de los años setenta en los temas de ‘Before The World’. ¿Hacen falta presentaciones? Se trata de James Taylor, el músico que convirtió la guitarra acústica y el ‘fingerpicking’ en un sonido moderno y delicado, más allá de la rudeza de los primeros intérpretes de blues y del ‘boom-chic-a-boom’ del country tradicional y el ‘blue-grass’ de las montañas.

Su público le adora y sus conciertos se llenan en todo el mundo, como se ha demostrado en una gira española celebrada este mismo mes, en la que Taylor ha colgado el cartel de ‘no hay billetes’ con facilidad, a pesar de que los precios de las entradas no eran precisamente baratos.

Un tipo conocido por sus canciones propias como ’Caroline on My Mind’, y por sus magníficas versiones, como la inmortal ‘You´ve got a friend’ que escribió su amiga Carole King. Pero sólo pudo ser perceptible para los que asistieron en directo a la ceremonia. Y, últimamente más por lo segundo que por lo primero.

Hay que remontarse a 2012, y al disco ‘October Road’, para encontrar los últimos temas escritos por Taylor disponibles para el público. Aunque, en realidad, en este periodo no es que haya grabado demasiado. Sólo una referencia más, ’Covers’ su último disco de versiones publicado en 2008.

Pero, la sequía está a punto de acabar. El próximo 16 de junio, el cantante lanzará ‘Before The World’, un álbum con canciones compuestas a lo largo de estos años, en el que intervienen, además, los músicos que le acompañan en directo en los últimos tiempos, como el batería Steve Gadd, el bajista Jimmy Johnson o el guitarrista Michael Landau.

El nuevo álbum incluye algunas canciones que han podido escucharse en su gira europea reciente como ‘Angels Of Fenway’, ‘Watchin’ Over Me’ y ‘Stretch Of The Highway’. Unos adelantos que permiten hacerse una idea del sonido que Taylor busca ahora.

Es personal, intransferible y se basa en los bellos arpegiados de una guitarra acústica inconfundible. ¿Se hacen una idea? Sí. Más o menos, el mismo que todavía se puede paladear cuando se escuchan los primeros discos de este maestro, grabados en la década de los setenta del pasado siglo. Una gozada, sin lugar a dudas.

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