Cinco trabajadores han perdido la vida en un trágico accidente en la mina de Cerredo, situada en el concejo asturiano de Degaña. La tragedia ha generado una fuerte conmoción social y política.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, se ha desplazado al lugar para expresar su apoyo a las familias afectadas y ha declarado con rotundidad que no quedará impune ninguna posible negligencia. La investigación apunta a una explosión de grisú, pero aún se analizan las causas exactas del siniestro.
Condolencias oficiales y exigencia de responsabilidades
Yolanda Díaz ha mostrado su apoyo a los familiares y amigos de los fallecidos, así como a los heridos, expresando las condolencias del Gobierno de España. Durante su visita a la mina de Cerredo y posteriormente al velatorio en Villablino (León), ha insistido en que se llegará hasta el final para esclarecer lo ocurrido.
“Con la misma contundencia que digo que vamos a respetar la investigación, digo que el peso de la ley va a caer sobre las posibles responsabilidades”, declaró Díaz, remarcando que “en el siglo XXI no puede morir nadie así”
La vicepresidenta ha hecho hincapié en que el suceso no puede repetirse y ha cuestionado las condiciones laborales en el interior de la explotación minera. Aún se desconoce qué labores estaban realizando los trabajadores y qué medidas de prevención se habían implementado.
Las causas: una posible explosión de grisú
Según informó la consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio del Principado de Asturias, Belarmina Díaz, el accidente se produjo en el tercer piso del pozo minero. Aunque aún no hay conclusiones definitivas, la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, ha apuntado a una posible explosión de grisú, un gas altamente inflamable presente en las minas de carbón.
Este tipo de explosiones ha sido históricamente una de las causas más mortales en entornos mineros, lo que plantea serias dudas sobre los protocolos de seguridad aplicados en la explotación.
Seguridad laboral bajo la lupa
El siniestro ha reavivado el debate sobre las condiciones de trabajo en la minería española. Díaz fue tajante al señalar que en una mina “nadie se puede enfermar ni sufrir lo que ha pasado” y subrayó que se debe esclarecer si los trabajadores contaban con los permisos y las medidas de prevención necesarias.
“No puede pasar lo que hoy estamos viviendo en nuestro país”, lamentó la ministra, calificando el hecho como un “drama” que no debe repetirse bajo ninguna circunstancia
La investigación será clave para determinar si existió negligencia empresarial, fallos en la seguridad o falta de supervisión por parte de las autoridades competentes.