Puig urge a Europa a liberar las patentes: «Ni la burocracia ni el interés de farmacéuticas pueden ser un obstáculo»

Covid-19

Puig urge a Europa a liberar las patentes: «Ni la burocracia ni el interés de farmacéuticas pueden ser un obstáculo»

El presidente valenciano ha constatado que hasta que todo este mundo globalizado no esté protegido "hay una bomba latente de posibles mutaciones".

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig - Europa Press

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha urgido este jueves, ante el Comité de Regiones, a revisar el sistema actual de patentes para lograr una vacunación universal rápida que «acabe con el drama humano y económico» de la pandemia y para ello ha advertido de que «ni la burocracia ni el interés de las grandes farmacéuticas pueden ser un obstáculo». «Esperar no es una opción», ha constatado.

Puig, en una intervención telemática, ha constatado que hasta que todo este mundo globalizado no esté protegido «hay una bomba latente de posibles mutaciones». Por ello, ha aplaudido el cambio de postura de EEUU, que apoyó ayer suspender las patentes de modo temporal, y ha recalcado que la Comunitat Valenciana ya lo reclamó el pasado 2 de abril. Una petición que también apoyan, ha destacado, más de 60 exjefes de Estado y cien Premios Nobel. «Europeos solidarios por decencia, solidarios por inteligencia», ha señalado.

Así, ha recordado que el virus del covid ya ha matado más de tres millones de personas en todo el mundo en un solo año, «tantos fallecidos como las batallas de Verdún y Stalingrado juntas» y ha provocado «enfermedad y un inmenso dolor» y «la mayor crisis económica tras la segunda guerra mundial».

Puig ha cuestionado ante esta situación «nos podemos quedar esperando, ver las imágenes de la india quemando cadáveres y quedarnos esperando». «No, esperar no es una opción», ha subrayado.
En ese sentido, ha exigido una repuesta «rápida y excepcional ante una situación excepcional».

Por ello, ha defendido «la obligación de acelerar el ritmo de vacunación» por todos los medios. Así, como ya solicitó hace un mes por carta, ha exhortado a las regiones europeas a «posicionarse» contra tres peligros: el nacionalismo de las vacunas, el mercantilismo de las vacunas y la parálisis de la burocracia.

En ese sentido, ha urgido a Europa a «garantizar el cumplimiento de los compromisos de entrega de las grandes farmacéuticas». En ese sentido, se ha congratulado de que esté aumentando la llegada de vacunas pero ha advertido de que «los vaivenes y la incertidumbre que generan deben acabar» y para ello la UE «debe arbitrar todos los mecanismos necesarios para asegurar soluciones a la entrega estable de vacunas».

Del mismo modo, ha constatado que para superar la pandemia se requiere de una mayor capacidad de fabricación y distribución de vacunas y para ello pide al CdR «contemplar todas las opciones». En ese sentido, ha apoyado suspender las patentes de forma temporal y arbitrar fórmulas de compensación económicas a los laboratorios porque es «una obligación ética y más eficiente que protege la investigación de cara a la próxima pandemia».

Por último, ha reclamado exigir la cooperación entre farmacéuticas para aumentar la producción porque es «la manera más efectiva de acelerar la fabricación de vacunas potenciando la colaboración entre innovadores y productores que tiene ya las instalaciones aprobadas». «Es imprescindible –ha subrayado– que la instituciones comunitarias intensifiquen al máximo esta vía y que no sea una cuestión voluntaria entre las empresas».

Europeos solidarios por decencia y por inteligencia

Puig ha advertido de que esta pandemia aún no ha terminado y se van a necesitar miles de millones de vacunas anuales para toda la población mundial y es necesario convencerse de que en este mundo globalizado «nadie estará seguro hasta que estemos todos seguros». En ese sentido, ha alertado de que cada día que pasa sin que Brasil, la India o África estén protegidas «hay una bomba latente de posibles mutaciones que retrasen la salida definitiva». «Europa es solidaridad y es la hora de demostrarlo y de hacer historia», ha urgido.

Por último, ha destacado la necesidad de reducir la dependencia europea de instalaciones de países terceres incrementando nuestra capacidad de producción de medicamentos y capacitar a las regiones europeas el acceso a materiales para fabricar las vacunas y crear conocimiento necesario para investigar, desarrollar y distribuir. «Solo así reforzaremos la autonomía estratégica de Europa en el ámbito más crucial: proteger la vida de los ciudadanos», ha evidenciado.

En ese sentido, ha esgrimido que «ni la burocracia ni el interés de las grandes corporaciones pueden ser el obstáculo para lograr un objetivo superior como es una vacunación universal rápida que s hoy el gran desafío». «No podemos revertir lo que pasó en el pasado en los campos d batalla de Stalingrado y de Verdún pero sí que estamos a tiempo de paliar este drama humano», ha apostillado.

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