La publicación de un informe laboral decepcionante volvió a inclinar a los inversores hacia la idea de que la Fed podría acelerar la relajación monetaria en los próximos meses.
La reacción fue inmediata en la bolsa de Nueva York, donde el optimismo sobre un posible estímulo compensó la incertidumbre generada por unas cifras que sugieren una progresiva pérdida de impulso en el mercado laboral estadounidense.
El mercado interpreta el enfriamiento del empleo como una señal clara para abaratar el coste del dinero
Evolución de los índices en la sesión
Los principales indicadores de la bolsa neoyorquina concluyeron en terreno positivo tras una jornada de oscilaciones. El Dow Jones subió un 0,86%; el Nasdaq, un 0,17%; y el S&P 500, un 0,30%. Los analistas subrayan que el comportamiento del mercado evidencia una creciente sensibilidad a los datos macroeconómicos, especialmente aquellos vinculados al empleo.
Las ganancias fueron más sólidas en el Dow Jones, sostenido por valores industriales y financieros
Señales de enfriamiento en el mercado laboral
El informe de empleo de noviembre mostró una destrucción de 32.000 puestos en el sector privado, una cifra que refuerza la percepción de debilidad en la contratación. La industria y los servicios registraron retrocesos simultáneos, mientras que las pequeñas empresas concentraron la mayor parte de las pérdidas.
Presión creciente sobre la Reserva Federal
Los datos refuerzan la idea de que la economía estadounidense podría necesitar un alivio adicional en el coste del crédito. Para varios bancos de inversión, la probabilidad de un recorte de tipos en la próxima reunión de la Fed ha aumentado notablemente, pese a que algunos indicadores de actividad aún muestran resiliencia.
Las previsiones de política monetaria apuntan a un ciclo más agresivo de bajadas en 2025
| Índice | Variación | Cierre |
|---|---|---|
| Dow Jones | +0,86% | Alcista |
| Nasdaq | +0,17% | Alcista |
| S&P 500 | +0,30% | Alcista |
Como cierre, los analistas coinciden en que la reacción de Wall Street refleja un equilibrio cada vez más frágil entre las señales de enfriamiento económico y la expectativa de una política monetaria más acomodaticia.






