Villarejo, una espada de doble filo en las manos de Casado

Villarejo, una espada de doble filo en las manos de Casado

El comisario jubilado ha tenido relación con altos cargos del ‘nuevo’ Partido Popular.

Pablo Casado

Las supuestas grabaciones de la reunión que mantuvieron el comisario José Manuel Villarejo y la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado, en 2009 pueden convertirse en un arma de doble filo para el presidente del PP, Pablo Casado.

El líder del PP ha aprovechado las grabaciones publicadas por el portal Moncloa.com para pedir la dimisión de la ministra de Justicia “por mentir” y por “haber podido intermediar en una estructura parapolicial”. Varias han sido las voces que han criticado la mera relación entre Delgado y Villarejo, como Pablo Iglesias.

Sin embargo, la onda expansiva de esas grabaciones y del ‘caso Delgado’ podría llegar a afectar a dos altos cargos del Partido Popular: el presidente del partido, Pablo Casado, y el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó.

Por un lado, como adelantó este miércoles el diario Infolibre, el presidente del PP participó en un almuerzo junto con el excomisario José Manuel Villarejo “antes de las elecciones de diciembre de 2015, cuando ya se conoció el escándalo de lo que luego se denominó como la policía patriótica”.

Según informa el medio dirigido por Jesús Maraña, la comida se celebró en las instalaciones del bufete madrileño Medina Cuadros cuando Casado todavía era vicesecretario de comunicación del partido

Fuentes del Partido Popular aseguran a este medio que Casado “no recuerda” si habló con Villarejo.

El presidente del PP considera, por otro lado, muy preocupante la posible intermediación de la ministra Delgado “en una estructura parapolicial”. Una afirmación que parece obviar que el Congreso ratificó en 2017 el dictamen de la comisión de investigación sobre el uso político de la Policía en la etapa de Jorge Fernández Díaz al frente del Ministerio del Interior.

La conclusión de la Comisión estableció que se creó una estructura parapolicial para perseguir a adversarios políticos, fundamentalmente catalanes.

De hecho, la Dirección General de la Policía, por entonces dirigida por Ignacio Cosidó, y el Ministerio del Interior de Fernández Díaz condecoraron en 2014 a Villarejo con la Medalla al Mérito Policial con Distintivo Rojo por ese trabajo realizado, según informaron fuentes policiales a eldiario.es.

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