El Gobierno de Donald Trump comunicó que los activos solares y eólicos que entren en funcionamiento después del 31 de diciembre de 2027 no podrán beneficiarse de desgravaciones fiscales, salvo que su construcción se haya iniciado antes del 4 de julio de 2026.
Las acciones de Vestas alcanzaron picos del 18% de revalorización intradía, reflejando el fuerte optimismo de los mercados
Este matiz es clave para el sector, ya que la Casa Blanca precisó que se trata de trabajos físicos en el emplazamiento y no de simples compromisos financieros. Así, quedan fuera los proyectos que únicamente hayan cerrado acuerdos de inversión sin comenzar obras.
Las guías también recogen la eliminación de la llamada cláusula de “puerto seguro”, que hasta ahora permitía a los promotores aplazar las obras físicas si adelantaban al menos un 5% de los costes. No obstante, quienes ya se habían acogido a esta disposición podrán mantenerla.
Las medidas eran muy esperadas por la industria, que temía restricciones más duras y un endurecimiento del marco fiscal. La confirmación de un esquema menos severo impulsó con fuerza a Vestas, que en algunos momentos de la sesión llegó a dispararse un 18%.
Las Bolsas europeas han seguido con atención este movimiento, ya que la decisión de EEUU marca un precedente para la inversión global en renovables.
Inversores celebran la decisión
En el sector se interpreta que la Administración Trump ha optado por no asfixiar al mercado renovable, en un contexto en el que la demanda global de energía eólica y solar continúa en aumento.
Analistas señalan que, aunque la eliminación del “puerto seguro” añade cierta incertidumbre, el plazo otorgado hasta 2026 para iniciar obras ofrece un horizonte de estabilidad a las grandes compañías del sector.