El cáncer es una enfermedad cuya incidencia crece en todo el mundo, también en los países de ingresos bajos y medios. Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad de Notre Dame revela que muchos medicamentos oncológicos en África subsahariana presentan serios problemas de calidad. Esta situación, según los autores, no solo pone en riesgo a miles de pacientes, sino que evidencia las carencias estructurales de los sistemas de control farmacéutico en la región.
Graves deficiencias en medicamentos contra el cáncer
El estudio analizó 251 muestras de fármacos oncológicos recolectadas en hospitales públicos y mercados privados de Camerún, Etiopía, Kenia y Malaui. Los investigadores evaluaron aspectos como el aspecto visual, empaque, etiquetado y, sobre todo, el contenido de ingrediente farmacéutico activo (IFA), crucial para la efectividad del tratamiento.
Los resultados fueron alarmantes: uno de cada seis medicamentos analizados tenía concentraciones de IFA fuera del rango seguro, que se sitúa entre el 90% y el 110%. Algunos productos presentaban apenas un 28% del principio activo, mientras otros superaban el 120%, lo que puede provocar desde ineficacia terapéutica hasta efectos tóxicos.
Solo uno de cada diez medicamentos defectuosos fue detectado mediante inspección visual, el principal método de control actual en la región
Falta de regulación y supervisión en el África subsahariana
La investigación pone de relieve que la mayoría de los países del África subsahariana no cuenta con laboratorios ni agencias reguladoras capacitados para analizar químicamente los medicamentos según los estándares internacionales.
Este vacío ha generado un entorno de alta vulnerabilidad sanitaria, donde los productos defectuosos pueden introducirse y distribuirse sin obstáculos, especialmente en un contexto de creciente demanda de tratamientos oncológicos.
“Encontramos medicamentos oncológicos de mala calidad en todos los países, en todas las farmacias hospitalarias y en los mercados privados”, advierte Marya Lieberman, autora principal del estudio
El problema se extiende más allá del continente africano
Aunque centrado en África, el estudio alerta que estas deficiencias no se limitan a esa región. Debido a la naturaleza global de la cadena de suministro farmacéutico, es probable que otros países de ingresos bajos y medios también estén recibiendo medicamentos contra el cáncer de calidad insuficiente.
La degradación de los fármacos por malas prácticas de almacenamiento o transporte, incluso si salieron del fabricante en buen estado, agrava el problema. Esto plantea un riesgo sanitario transnacional que requiere acciones coordinadas a nivel internacional.
Soluciones propuestas: más tecnología y cooperación internacional
Los autores proponen una serie de medidas para abordar esta crisis:
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Desarrollar tecnologías económicas y portátiles que permitan detectar medicamentos defectuosos en el punto de atención.
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Capacitar a agencias regulatorias locales con equipos, formación y recursos.
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Establecer políticas claras sobre cómo actuar ante productos que no superan los controles.
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Fomentar la cooperación internacional para compartir datos sobre productos inseguros.
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Realizar análisis coste-beneficio para guiar decisiones estratégicas en contextos de recursos limitados.
Además, sugieren trabajar junto a profesionales sanitarios para crear mensajes específicos para los pacientes y diseñar respuestas coordinadas entre reguladores, donantes y gobiernos.