La actualización de las estimaciones mundiales sobre violencia de pareja realizada por la Organización Mundial de la Salud y difundida por Unicef revela una situación crítica para la infancia. Por primera vez, los datos permiten un desglose regional que confirma una desigualdad profunda: mientras en algunas zonas más de la mitad de los menores conviven con abusos recientes contra sus madres, en Europa y Norteamérica los porcentajes son notablemente inferiores. La magnitud del problema, la exposición directa a situaciones traumáticas y el riesgo de reproducción de patrones violentos en la edad adulta han llevado a la agencia de la ONU a reclamar medidas urgentes a los gobiernos.
La violencia en el hogar impacta directamente en la salud, la seguridad y el aprendizaje de millones de menores
Violencia extendida en todas las regiones
Los nuevos datos sitúan en 610 millones los niños y niñas que viven con madres víctimas de violencia de pareja. La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, subraya que “millones de mujeres y menores viven en hogares donde la violencia es parte de la vida diaria” y recuerda que “la seguridad y la autonomía de las mujeres son esenciales para el bienestar de la infancia”.
Prevalencia regional de menores expuestos a violencia contra sus madres
| Región | Porcentaje de menores afectados | Comentario |
|---|---|---|
| Oceanía | Más del 50% | Región con mayor prevalencia registrada |
| África subsahariana | 32% | Alta exposición sostenida |
| Asia central y meridional | 29% | Uno de cada tres menores |
| Europa y Norteamérica | 13% (28 millones) | Menor incidencia, pero cifras significativas |
| Australia y Nueva Zelanda | 5% | Única zona con prevalencia de un dígito |
Consecuencias directas en la infancia
Unicef advierte de que la violencia en el hogar erosiona la sensación de seguridad, afecta a la salud mental y física de los menores y limita su capacidad de aprendizaje. La exposición constante, señala el organismo, incrementa la probabilidad de que los niños sufran agresiones físicas o psicológicas y alimenta un ciclo de violencia que puede reproducirse en la adultez.
Los menores expuestos tienen mayor riesgo de sufrir abuso y de reproducir patrones violentos en el futuro
Petición de medidas urgentes
Ante la gravedad del diagnóstico, Unicef insta a los gobiernos a invertir en soluciones probadas, como programas de apoyo a supervivientes, servicios especializados y políticas de prevención. Entre las medidas destacadas figuran la educación en igualdad de género, iniciativas escolares centradas en la no violencia y la actuación directa sobre normas sociales dañinas que perpetúan la desigualdad.







