Bien entretenidos andamos los cubanos en este comienzo de diciembre. Por una parte, seleccionando el filme que veremos entre 373 en competencia; por la otra, y para no pocos, con la internet en el celular. Desde ya me atrevería a calificar esto último como el acontecimiento del año salvo que lleguen extraterrestres a ofrecernos gratuitamente el pan que ahora mismo está en falta.
Lo del cine, al modestísimo precio de siete cintas por unos 50 céntimos de euro. Mientras que eso de navegar desde casa por sitios remotos, será muy por encima de la media internacional en cuanto a facturación.
Por internet, muchas cosas para conocer e intercambiar con la parentela regada por medio mundo. En las salas cinematográficas, sorpresas mayúsculas como esa cinta dirigida por la española Iciar Bollaín, que ya fue estrenada recientemente en San Sebastián, Barcelona y Madrid, pero que aquí en La Habana cobró su mayor significación en una sala con capacidad para 5.000 personas e igual cantidad fuera de ella por no alcanzar localidades.
Se trata del filme, muy valiente, por cierto, Yuli, acerca de la vida del afamado bailarín cubano Carlos Acosta y que el venidero día 16 deberá alcanzar algún premio sin lugar a dudas.
En fin, que en eso, entretenidos…
