La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha desvelado este martes sus deseos para esta Navidad. Y lo ha hecho ante el “Nacimiento más grande instalado nunca en la Real Casa de Correos”, con 160 metros cuadrados de superficie. “Pido a la Navidad que nos devuelva la España de la concordia y la convivencia”, ha afirmado la dirigente popular.
“Que volvamos a ser el país que asombró al mundo con su capacidad para reponerse ante la división y caminar juntos con pluralidad y respeto al diferente, cuando nuestros padres y abuelos nos dieron una auténtica lección de madurez y sentido de nación”. Así lo ha señalado la presidenta madrileña, para quien el Belén es “un homenaje a nuestra civilización” y a “un héroe diferente”, en referencia a Jesús, “un pacifista que ocupa voluntariamente el lugar de los marginados”.
Díaz Ayuso, según continúa la nota enviada por el Gobierno regional, ha destacado la figura de Jesús porque “su ejemplo nos dice que no podemos relacionarnos con los demás utilizando el odio a un tercero”. Tras esto, ha ensalzado al cristianismo, que desde sus inicios “se preocupaba por los débiles y los abandonados, proporcionaba dignidad y sentido a la vida y alentó el espíritu de trabajo, la promulgación de leyes sociales” y consiguió que las políticas “estuvieran centradas en las personas”.
Todo, ante un Belén que con sus 160 metros cuadrados es 20 más grande que el de la la edición anterior. Entre las novedades de este año, la reproducción del mar y, en torno a él, de un pueblo pesquero. Para ello, se utilizan 3.000 litros de agua, 1.700 kilos de diferentes arenas, 1.500 kilos de corcho y 150 metros cuadrados de musgo, y hasta 7.000 tornillos.
