En concreto, el Juzgado de lo Social número 43 de Madrid ha condenado a Nyesa a declarar la anulabilidad de la cláusula de rescisión de contrato con fecha a 13 de septiembre de 2019, algo que puede suponer la readmisión de Samodurov como director general de la compañía. La sentencia no es firme y Nyesa ya la ha recurrido. Ahora deberá pronunciarse el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Los hechos en disputa se remontan a septiembre de 2019, cuando la compañía cerró un pacto parasocial mediante el cual, los accionistas significativos por aquel entonces se comprometían a no enajenar sus acciones en un año y medio, entregando la gestión del proyecto ruso de Narva Loft, de especial importancia estratégica para el grupo, al accionista y consejero ruso Ruslan Eldarov.
Según explican fuentes cercanas a Samodurov, fruto de ese pacto, el entonces director general de Nyesa se vio sometido a una fuerte presión para presentar su renuncia como miembro ejecutivo del consejo de administración, así como para abandonar su cargo directivo, que ostentaba desde febrero de 2019.
“Al mismo tiempo le forzaron a renunciar de forma firme e irrevocable a la cesión de los derechos políticos comprometidos por parte de José Antonio Bartolomé Nicolás, propietario de Olaf y Rubí, principal accionista del grupo inmobiliario en aquella época”, aseguran estas mismas fuentes.
Un acuerdo que el directivo acabó recurriendo ante los tribunales al considerarlo nulo de pleno derecho por estar firmado “en unas condiciones adversas que le llevaron a realizar este acto contra su voluntad y bajo coacción”. Así, solicitó la restitución inmediata de la relación laboral en los términos anteriores a la suscripción del documento.
El inversor ruso residente en España había prestado servicios de alta dirección para Nyesa desde septiembre de 2018, con una retribución de 200.000 euros anuales, dividida en doce pagas, más una retribución variable del 15% del salario fijo por cumplimiento de objetivos.
