El jefe de departamento de Construcción de Infraestructuras Singulares, Jorge Presa, firmante de la modificación contractual de 2007 de las obras de la M-30, ha señalado a las «presiones vecinales» como una de las responsables de los sobrecostes del 48% en los trabajos de la obra emblemática de la época de Alberto Ruiz-Gallardón, que pasaron de 2.500 millones presupuestadosa los 3.700 finales (3.290 millones más IVA).
Estas «presiones vecinales», según declaraciones recogidas por Europa Press, obligaron a modificar los proyectos iniciales. El que fuera jefe de obra del by-pass sur ha indicado en la segunda sesión de la comisión de investigación que «no hubo grandes errores» que justificaran pasar de los 2.500 a los 3.700 millones en los trabajos.
Sí ha reconocido que los modificados contractuales provocaron sobrecostes derivados de «necesidades gordas» en la M-30, unido a la «presión vecinal», que llevó a modificar los proyectos iniciales. La tramitación se redactó en un plazo «normal, ágil pero no desordenado ni mal hecho».
Este martes se celebra la segunda sesión de la Comisión de investigación de Madrid Calle 30 que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid gracias a los votos de Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos. La jornada de hoy se ha centrado en el desarrollo societario y los reequilibrios económicos.
De boca de los comparecientes han manado jugosas informaciones sobre por qué la mega infraestructura incurrió en tantos errores que dañaron el bolsillo de los madrileños y aumentaron la deuda del consistorio. Entre ellas que el Gobierno de Gallardón contrató un servicio de información a los ciudadanos sobre la M30 por un millón de euros, y acabó gravando 11, 3 millones de eurosa las arcas públcias. También, que el exfiscal jefe Anticorrupción, Manuel Moix, fue el fiscal de Madrid que frenó las denuncias de IU y PSOE en 2005 contra las irregularidades en las actividades de Calle 30.
