Desigualdad
Así lo refleja el informe ‘Las brechas salariales de las grandes empresas’, elaborado por Oxfam Intermón a partir del análisis de las 40 mayores compañías españolas cotizadas por ingresos en 2024.
Tras la entradilla, el estudio subraya que, aunque los trabajadores de estas corporaciones perciben salarios un 63% superiores al promedio nacional, es precisamente en este grupo donde más se agranda la desigualdad interna.
El informe alerta de que la mejora económica no se reparte de forma equitativa dentro de las grandes corporaciones españolas
Uno de los factores que explican esta brecha es la elevada presencia de sueldos bajos en varios sectores, junto con una desigualdad de renta superior a la media europea. Mientras en la Unión Europea el 10% de mayores ingresos gana 7,5 veces más que el 10% con menores ingresos, en España esta relación asciende a 9,6 veces.
Este desequilibrio se refleja con especial intensidad en determinadas compañías.
En empresas concretas, la distancia entre el sueldo más alto y el salario medio alcanza cifras extremas
| Empresa | Veces que el salario máximo supera al medio |
|---|---|
| Prosegur | 395 veces |
| Inditex | 364 veces |
| CIE Automotive | 319 veces |
Según Oxfam Intermón, estas diferencias cuestionan el papel de las grandes empresas como agentes de cohesión social. “Resulta imprescindible abordar públicamente a partir de qué límite las diferencias salariales no están justificadas y disparan la desigualdad económica”, señala Miguel Alba, autor del informe y responsable de Sector Privado y Desigualdad de la organización.
El informe destaca que este escenario convive con una realidad salarial muy distinta para la mayoría de trabajadores. La mitad de las personas asalariadas en España cobra como máximo 24.124 euros anuales, una cifra equivalente a una vez y media el salario mínimo interprofesional anual.
La desigualdad salarial se traduce en dificultades reales para llegar a fin de mes para una parte significativa de la población
Esta situación explica que el 30% de la población española afirme que sus ingresos no le permiten vivir con dignidad, según los datos recopilados por la organización.
En el extremo opuesto, la retribución media de la persona mejor pagada en las compañías analizadas alcanzó 4,4 millones de euros en 2024. En el 37,5% de las empresas, el salario máximo superó los 5 millones de euros, y en el 7,5% rebasó los 10 millones de euros.
Varias grandes compañías concentran las retribuciones más elevadas del mercado empresarial español
| Empresa | Retribución máxima anual |
|---|---|
| Banco Santander | 13,8 millones de euros |
| Inditex | 11,2 millones de euros |
Además, en el 32,5% de las compañías, los miembros de la alta dirección percibieron más de un millón de euros anuales de media, mientras que en el 15% se superó esa cifra en los Consejos de Administración.
El informe también pone el foco en la brecha salarial de género. En las grandes empresas analizadas, las mujeres cobraron de media un 8,16% menos que los hombres por el mismo trabajo durante 2024. Si se comparan los sueldos medios, la diferencia asciende al 18,2%, una cifra cercana al 19% a nivel nacional.
Esta brecha se explica tanto por salarios inferiores en puestos equivalentes como por la menor presencia femenina en los cargos mejor remunerados. En términos prácticos, implica que las mujeres deben trabajar una hora y media más al día para igualar los ingresos masculinos.
“Resulta decepcionante que compañías consideradas referentes sigan arrastrando la discriminación salarial por género”, subraya Alba.
Ante este escenario, Oxfam Intermón reclama al Gobierno medidas para avanzar hacia un modelo más equilibrado. Entre sus propuestas destaca establecer una ratio máxima de 1 a 20 entre el salario más alto y el salario mediano, reforzar la transparencia retributiva con indicadores auditados y mejorar la calidad del empleo.
La organización también pide modelos de gobernanza empresarial más democráticos, con mayor participación de los trabajadores en la toma de decisiones y en el reparto de beneficios.
El informe concluye que la actual desigualdad salarial es incompatible con una economía inclusiva y advierte de que, sin cambios estructurales, la brecha seguirá ampliándose en los próximos años.
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