Un banco malo, ¿el ‘regalo’ del BCE a la banca a cambio del veto a los dividendos?

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Un banco malo, ¿el ‘regalo’ del BCE a la banca a cambio del veto a los dividendos?

El banco malo sería un modo de aplacar a unos bancos que insisten en volver a pagar dividendo a sus accionistas.

BCE Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo (BCE) se resiste a ceder a la presión del sector financiero para que levante en enero el veto que pesa sobre el pago de dividendos y la recompra de acciones. Aunque los resultados del tercer trimestre pueden calificarse de aceptables, sobre el horizonte se vislumbra el riesgo de una crisis económica más prolongada de lo inicialmente previsto debido a la segunda ola del covid, y el supervisor duda. Un modo de aplacar los ánimos podría ser el proyecto de ‘banco malo’ que está promocionando Andrea Enria.

Los bancos europeos se encuentran en un “momento crucial”, señala Tom Kinmonth, analista de ABN Amro. “Las ganancias del tercer trimestre de la banca que se han publicado esta semana han mostrado buenas ganancias que han superado en gran medida las expectativas”, por lo que el foco vuelve a situarse en las retribuciones a los accionistas, ya sea mediante el pago de dividendos o mediante programas de recompra de acciones.

La decisión deberá llegar a principios de 2021 y “el BCE está atrapado en una situación difícil”, explica el experto del banco holandés. Por un lado, “las fuertes ganancias agregarán más leña al fuego de que los dividendos deberían reanudarse”. Sin embargo, “un segundo y crítico aumento en los casos de coronavirus en Europa esta semana ha llevado a una repentina incertidumbre sobre si puede ser necesaria una ‘segunda ola de provisiones bancarias’ para el sector europeo”.

“Si el BCE puede convencer a algunos bancos de que podría ponerse en juego un respaldo para los créditos morosos, esto podría ayudar a aplacar a algunos bancos en su afán de pagar a los accionistas”, apunta Kinmonth.

Lo cierto es que el BCE –y más en concreto el presidente del Consejo de Supervisión, Andrea Enria– ha puesto toda la maquinaria a funcionar para promover la creación de un banco malo europeo, incluido un artículo en Financial Times. “Debemos prepararnos para lo peor”, cree el banquero central italiano, y “también debemos hacerlo mejor que en crisis anteriores”. En ese sentido las “empresas de gestión de activos son la herramienta que nos permitirá evitar errores del pasado”.

“El BCE está adoptando un enfoque muy proactivo en esta etapa de la crisis”, considera Kinmonth. Hasta ahora, los préstamos dudosos se han mantenido “bastante bajos en el sector bancario”, ya que a menudo hay un retraso de varios años para alcanzar los máximos después de una crisis. Sin embargo, el supervisor calcula que en un escenario severo pero plausible, los créditos tóxicos podrían alcanzar los 1,4 billones de euros, muy por encima de los niveles observados tras la crisis financiera de 2008 y la de deuda soberana de 2011.

“La creación de un banco malo en toda la eurozona sería positivo para el sector bancario y podría ser un cambio potencial para los bancos de la periferia, que se espera que sufran mucho debido al coronavirus”, cree el experto de ABN Amro. “También sería positivo en términos de ayudar a acelerar la recuperación de la eurozona tras el covid” y “ayudaría a la oferta de crédito en la economía, un fracaso crucial en la crisis de 2008”. “Esto significaría que los gobiernos y los reguladores tendrían una cosa menos de la que preocuparse para poder concentrarse en cómo promover la demanda de crédito en la economía para generar crecimiento económico”.

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