En una declaración conjunta con fuerte carga simbólica, coincidiendo con el 80 aniversario de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, Donald Trump y Keir Starmer han revelado un principio de acuerdo que marcará una nueva era en las relaciones comerciales entre EEUU y el Reino Unido. Aunque los detalles finales aún se están negociando, ambos líderes han subrayado el impacto «transformador» del pacto en términos de crecimiento, empleo y cooperación estratégica.
Un pacto para reducir barreras y ampliar mercados
El presidente estadounidense ha anunciado desde el Despacho Oval que el acuerdo comercial reducirá o eliminará barreras no arancelarias para productos estadounidenses, especialmente del sector industrial, como maquinaria química y productos hasta ahora no disponibles en el mercado británico.
“El Reino Unido se une a Estados Unidos para afirmar el principio de proximidad y equidad”, señaló Trump, destacando la dimensión geopolítica del acuerdo
Starmer, por su parte, calificó el pacto como «una plataforma increíble para el futuro», y subrayó que se trata de una herramienta clave para impulsar el comercio bilateral.
Impacto inmediato en automóviles, acero y agricultura
Entre los aspectos más relevantes del acuerdo, el Gobierno británico confirmó una reducción inmediata de aranceles sobre automóviles, del 27,5% al 10%, para una cuota de 100.000 vehículos —prácticamente el total exportado en 2024.
También se eliminarán los aranceles sobre el acero y el aluminio, dos sectores altamente sensibles para la industria británica.
En cuanto al sector agrícola, el pacto contempla un acceso recíproco al mercado de carne de vacuno, con un cupo libre de aranceles de 13.000 toneladas métricas para productores británicos. Asimismo, el etanol estadounidense utilizado en la elaboración de cerveza entrará al Reino Unido sin aranceles, abaratando costes de producción.
Sin concesiones en estándares alimentarios
Una de las claves políticas del acuerdo es que no implicará una relajación de las normas alimentarias británicas, una línea roja para el gobierno de Starmer. Este punto refuerza el compromiso del Reino Unido con la seguridad y calidad alimentaria, en línea con la normativa europea que aún inspira buena parte de su regulación.
“Este acuerdo protege miles de empleos británicos en sectores clave como el automotriz y el del acero”, destacó el primer ministro británico
Un primer paso hacia una nueva red de tratados
Trump adelantó que este es solo “el primero de una serie de acuerdos comerciales” que su Administración ha estado negociando durante las últimas semanas. Con ello, EEUU busca revitalizar su política exterior económica tras años de tensiones comerciales globales.
Sumario destacado: El acuerdo entre EEUU y Reino Unido reduce aranceles, abre nuevos mercados industriales y agrícolas, y refuerza la cooperación sin ceder en estándares regulatorios.