Durante una rueda de prensa, el expresidente dejó claro que solo respaldará a las naciones que cumplan con las demandas de Washington, que ahora aspira a que el gasto en defensa de los aliados alcance el 5% del PIB, por encima del 2% actualmente requerido.
Trump endurece su postura sobre la OTAN
Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca en las elecciones de 2024, ha mantenido una postura crítica sobre el papel de EEUU en la OTAN. “Creo que es de sentido común: si no pagan, no los voy a defender”, afirmó en su intervención, dejando entrever un endurecimiento en la política de defensa.
Exigencias de mayor inversión militar
Bajo la administración Trump, Washington ya había instado a los miembros de la alianza a elevar su gasto militar al 2% del Producto Interno Bruto (PIB), un umbral que muchos países han tardado en alcanzar. Ahora, la nueva exigencia de un 5% del PIB supone un desafío mayor para los aliados europeos, muchos de los cuales enfrentan restricciones presupuestarias y prioridades internas.
Impacto en la seguridad europea
Las declaraciones de Trump han generado preocupación en Europa, donde varios líderes temen que una disminución del compromiso de EEUU debilite la capacidad de disuasión de la OTAN frente a posibles amenazas, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y las tensiones con Rusia.
Países como Alemania y Francia han advertido que cualquier cambio en el respaldo estadounidense a la OTAN podría alterar el equilibrio de seguridad en el continente.
¿Un nuevo orden en la OTAN?
El posible regreso de Trump a la presidencia en 2024 reaviva el debate sobre el papel de EEUU en la OTAN y el futuro de la alianza. Mientras algunos miembros buscan fortalecer su capacidad defensiva de manera autónoma, otros abogan por negociaciones para mantener la cooperación transatlántica.
