En un escenario de creciente tensión entre la Casa Blanca y la prensa, Trump sostiene que el periódico más influyente de EEUU ha cruzado los límites de la crítica legítima para convertirse en un instrumento partidista. La querella, presentada en un tribunal de Florida, se suma a otras acciones judiciales recientes contra cadenas y periodistas, y pone de nuevo sobre la mesa el debate sobre los límites de la libertad de expresión y la responsabilidad legal de los medios.
Los acusados y las publicaciones señaladas
La demanda incluye no solo a The New York Times, sino también a cuatro de sus reporteros —entre ellos Peter Baker y Michael S. Schmidt— y a la editorial Penguin Random House. El escrito cita artículos publicados en plena campaña presidencial de 2024, así como el libro Lucky Loser: How Donald Trump Squandered His Father’s Fortune and Created the Illusion of Success, como ejemplos de una supuesta estrategia para presentar al presidente como un empresario fracasado.
Trump asegura que los textos fueron difundidos con conocimiento de su falsedad o, al menos, con desprecio temerario por la verdad, lo que en la legislación estadounidense se conoce como “malicia real”
Los argumentos de Trump
El presidente afirma que los contenidos provocaron un daño directo a su reputación y a sus negocios, en especial a Trump Media and Technology Group, cuya cotización habría sufrido caídas vinculadas a las publicaciones. Además, denuncia que el diario actuó como un “vocero del Partido Demócrata”, influyendo en la opinión pública durante la campaña que enfrentó a Trump con Kamala Harris en 2024.
Para Trump, el caso no es solo una cuestión de reparación económica, sino también un intento de poner freno a lo que describe como “abusos mediáticos”
Implicaciones legales y políticas
El estándar legal al que se enfrenta Trump es muy elevado. Para ganar, deberá probar que el Times publicó información falsa con plena conciencia de ello o con indiferencia hacia la verdad. En Estados Unidos, los tribunales han protegido históricamente la libertad de prensa, dificultando las demandas de personajes públicos.
No obstante, la magnitud del reclamo —12.700 millones de euros— y el contexto político polarizado hacen que el proceso tenga un fuerte impacto simbólico, incluso si no prospera judicialmente. Para los analistas, este tipo de demandas refuerza el discurso de Trump contra lo que denomina “fake news” y moviliza a su base electoral.
Claves de la demanda de Trump
Aspecto | Detalle |
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Importe reclamado | 12.700 millones de euros |
Demandados | The New York Times, 4 periodistas, Penguin Random House |
Publicaciones señaladas | Artículos de campaña 2024 y el libro Lucky Loser |
Tribunal | Distrito Medio de Florida |
Argumento central | Difamación con “malicia real” y daños económicos |
La ofensiva legal de Trump contra el New York Times se enmarca en una estrategia más amplia de confrontación con los medios de comunicación que cuestionan su gestión y trayectoria empresarial. Aunque el camino judicial es complejo, el presidente logra con esta demanda reforzar su narrativa de persecución mediática y marcar la agenda política en un momento en que la polarización alcanza niveles inéditos en EEUU.