Trump a lo Mussolini en Miami

Cuba

Trump a lo Mussolini en Miami

Trump no hizo otra cosa que retomar las mal gastadas y fracasadas políticas de la Guerra Fría.

Donald Trump

Casi toda Cuba siguió a través de la tv local cada palabra y gestos del presidente Donald Trump en su discurso en Miami donde anunció el nuevo plan de medidas de cara a la isla y tal parece que no sorprendió para nada a las autoridades porque una vez concluido su “reality show” en un teatro de esa ciudad, el gobierno dio a conocer su posición: “Los Estados Unidos no están en condiciones de darnos lecciones”.

Trump no hizo otra cosa que retomar las mal gastadas y fracasadas políticas de la guerra fría y si bien no aplicó total marcha atrás a lo realizado por su predecesor Barack Obama, anunció recrudecer el embargo, que aquí le llaman bloqueo; más restricciones (no para los cubano- americanos) a los ciudadanos estadounidenses que piensen viajar a la isla, y cerrar cualquier grifo de dólares para con las empresas militares que hoy por hoy llevan el peso de la actividad turística.

El Presidente, a la par de sus malabares oratorios que recordaban a Benito Mussolini, fue poco prudente y en extremo injerencista en los asuntos internos de la isla justo frente a un auditorio ya obsoleto.

Entre tantas amenazas y sugerencias para un nuevo trato llegadas en voz de Trump, Raúl Castro volvió a insistir en la necesidad de unas relaciones de respeto mutuo.

Mírese como se mire, las disposiciones del mandatario gringo perjudican al naciente sector privado en el sector de alojamientos, pues la nueva directiva se basa en los viajes sólo de grupos.

Mucho ruido y pocas nueces han estimado algunos analistas toda vez que muchas de las disposiciones y logros de Barack Obama se mantienen en pie hasta el momento. Las aerolíneas estadounidenses continuarán volando y la Cámara de Comercio ha respondido que proseguirá su camino a la isla.

Cuba volverá en breve a una segunda respuesta. En su Declaración ha señalado que “haremos un análisis más profundo del alcance y las implicaciones de este asunto.”

El termómetro para marcar las calenturas de Trump estará bajo las axilas del único hotel de la cadena Sheraton, el Four Points, situado en la barriada capitalina de Miramar e instalación perteneciente al grupo Gaviota, brazo turístico de las Fuerzas Armadas.

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