Trabajadores de residencias de Madrid estallan por tener que compartir equipos de protección

Caos y hartazgo entre los empleados públicos de residencias de personas mayores, de personas con discapacidad y de menores de la Comunidad de Madrid. Según denuncia CSIF, estos trabajadores carecen de los medios de protección “necesarios” ante la crisis por el coronavirus y, por tanto, “están expuestos a posibles contagios”. Una situación que este sindicato ha trasladado un escrito al gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS).

“Muchos trabajadores están de baja por haberse contagiado o haber estado en contacto con infectados sin la protección necesaria”, afirma CSIF, que pone como ejemplo el centro de discapacitados intelectuales de San Martín de Valdeiglesias, en el que hay 24 trabajadores de baja. Empleados de las residencias y centros del AMAS han trasladado a este sindicato que “apenas les dotan de los medios protección”, como guantes, bata, mascarilla y protección ocular.

Tal es la situación de falta de este tipo de recursos que a los empleados de una residencia “les obligan a utilizar un mismo EPI (equipo de protección individual) a trabajadores de tres turnos diferentes. “En cambio, los jefes de área sí que van protegidos con EPIs. Los chats de whatsapp de los trabajadores están que echan humo”, señala a CSIF uno de estos trabajadores, en referencia a la indignación por la falta de material preventivo.

En el escrito al gerente del AMAS, este sindicato le afea que la gestión y coordinación de ciertas direcciones y mandos intermedios no ha estado a la altura de las circunstancias. “La Agencia Madrileña de Atención Social necesita que sus trabajadores presten sus servicios en un clima de seguridad. Ante una situación de alarma como la actual todos deben sentir que se está preservando y protegiendo su propia salud. Solamente partiendo de este principio podrá efectuarse una verdadera labor de atención”, subraya el texto.

“La desconfianza y el temor campa a sus anchas por los diferentes centros, los trabajadores desconocen el grado de alcance de la enfermedad, la totalidad de residentes y compañeros realmente afectados y se les escatima el material de protección”, indica el escrito, en el que trasladan una serie de propuestas al respecto.

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