El presidente de BBVA, Carlos Torres, y su predecesor, Francisco González
La semana pasada, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón acordó ampliar seis meses más la investigación sobre los supuestos encargos que BBVA hizo al comisario jubilado José Manuel Villarejo.
El instructor considera que aún quedan pendientes de practicar una serie de diligencias que, pese a que ya acordó realizarlas, “no se han podido materializar”. “Atendiendo a su volumen y trascendencia” y teniendo en cuenta de que de dichas diligencias pudiera derivarse la realización de nuevas prácticas, “resulta oportuno acordar la prórroga”. Está previsto que solo en febrero declaren 13 personas, entre testigos e investigados.
En la pieza número 9 del ‘caso Tándem’, donde tanto BBVA como su expresidente Francisco González están imputados, se investigan los servicios contratados por el banco a CENYT (empresa vinculada a Villarejo) para distintos proyectos al menos entre 2004 y 2017. Por esos trabajos, la entidad habría pagado al comisario más de 10 millones de euros.
“Esperemos que sea la última prórroga”, ha reflexionado hoy al respecto Torres. El presidente de BBVA cree que el proceso “se está alargando demasiado” y ha confiado en que los seis meses adicionales sean suficientes para finalizar la instrucción ya que “las diligencias que quedan podrían hacerse relativamente rápido juicio”. “Querríamos que ya no hubiera más porque es muy cansino esto”, ha insistido el banquero, si bien ha aclarado su “respeto máximo a la justicia”. “Tiene que investigarse a fondo”, pero “la instrucción se abrió en el año 2018”, ha recordado.
Por otro lado, Torres ha avisado de que el giro de los bancos hacia los canales digitales “está aquí para quedarse”, aunque ha prometido que la entidad “ayudará” a que las personas que no se desenvuelven bien en este entorno “aprendan” a utilizarlos.
La exclusión financiera de las personas mayores ha saltado al primer plano tras una exitosa campaña iniciada en la plataforma Change.org con el fin de que no se elimine la atención presencial en los bancos. La propia vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, salió al paso de la polémica y dio un toque de atención al sector al señalar la necesidad de adoptar medidas para garantizar el acceso de los mayores a los servicios financieros.
En ese sentido, el presidente de BBVA ha reflexionado que la tendencia de cada vez un mayor uso digital “ha venido para quedarse”. A su juicio es además “buena” porque ayuda a “dar un valor añadido” a los clientes. No obstante, ha reconocido “hay un colectivo” al que le está costando adaptarse, no solo en función de la edad sino de otros factores socioeconómicos o educativos, al que “debemos acompañar”.
El banquero ha recordado que hay una iniciativa sectorial en marcha dentro de la AEB y la CECA de la que BBVA Formará parte”, pero ha defendido que el banco ya ha hecho “muchas cosas para acompañar a nuestros clientes y que no se queden atrás”, entre las que ha mencionado la asistencia remota o la oferta de cursos.
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