Unas cuarenta personas en la breve ceremonia. Amigos y compañeros junto a su hija. Nadie despidió el duelo. No era necesario. Algunos tomaron la palabra espontánea para referirse emocionados al quehacer de un hombre que forma parte de la historia casi oculta de este país.
Al coronel Newton Briones Montoto o simplemente Newton para aquellos que no compartieron con él su anónima y provechosa vida militar, le faltaron muchas cosas por hacer, decir y escribir.
Un desatino idealista mayor pedirle que descanse en paz.
Habrá muchas formas y maneras de recordarle. Sus parientes españoles, de una manera peculiar, quijotesca. En lo personal, cada día cuando pase frente a su casa y no podamos charlar de esto, aquello o lo otro…
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Terminar el año en la necrópolis de Cristóbal Colón