Señor Presidente del Parlament de Cataluña, la desconvocatoria del Pleno de la Cámara, que hubiera debido reiniciarse a las diez de la mañana, trae causa del desacuerdo, hasta el momento irreparable, entre Junts per Cataluña y Esquerra respecto a la sustitución de los seis diputados suspendidos en el auto de cierre del sumario que ha instruido el juez del Supremo Pablo Llarena.
La discordia se centra en Carles Puigdemont a quien se rinde un culto de latría por sus incondicionales mientras está dejando de ser una referencia para convertirse en un lastre. Veremos