Pablo Jarillo-Herrero
Estimado investigador del Instituto Tecnológico de Massachussets, enhorabuena por el Premio Wolf de Física que le acaba de conceder la Fundación israelí del mismo nombre, considerado la antesala del Nobel.
Perdone a sus compatriotas españoles que apenas le hayamos prestado atención a su descubrimiento de que si se rotan dos capas de grafeno con un ángulo mágico este material se convierte en superconductor, lo que abre la puerta a revolucionar la transmisión de la energía. Y prepárese a recibir la llamada de Iván Redondo, tan interesado como está en la aplicación del ángulo mágico a la política del presidente Sánchez.
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Telegrama para Pablo Jarillo-Herrero
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