Señor ministro del Interior, empezamos a vivir días de llamas a los que podrían seguir años de humo, como sucede en la erupción de los volcanes y pronosticaba Victor Hugo para las revoluciones. Años de humo, conforme al pronóstico de Victor Hugo para las revoluciones.
Arde en protestas la piel de toro por las cuatro esquinas. Averiguamos que “la forma más peligrosa del resentimiento es la de aquellos que no podrán nunca perdonar a los otros su propia insignificancia”. Pero de la autoridad al cargo, es decir, de su señoría, ni rastro. ¿O es que esa autoridad está también delegada en los presidentes de las Autonomías?
Tanto zascandilear permanente de todos los ministros por toda clase de programas de radio y televisión y cuando hay que dar la cara, silencio estruendoso. Insólito.
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Telegrama para Fernando Grande-Marlaska