Señora portavoz del grupo parlamentario socialista, su intervención en el Pleno del Congreso, última antes de la réplica del presidente del Gobierno, se centró en descalificar al primer partido de la oposición y a su portavoz, Pablo Casado.
Escrita de antemano, abominó de los mensajes de tuits, ignoró lo manifestado en la tribuna por el líder del PP y le restregó el comportamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Lo escuchado de Rufianes, Bildus y cuperos no le suscitó objeción alguna. Como preparación de los pactos que se propugnan fue insuperable. Enhorabuena.
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