El TJUE empezará a dirimir este martes si la compañía estadounidense es un servicio digital o una empresa de transporte. El futuro de Uber en Europa comienza a dimirse hoy. El Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) celebra este martes la primera vista del litigio que enfrenta a la compañía estadounidense y a la Asociación Profesional Élite Taxi de Barcelona, en el que se determinará si se trata de un servicio digital o de una empresa de de transporte. La sentencia fijará por tanto las reglas a las que debe someterse la firma californiana en todo el Viejo Continente.
Un fallo que califique a Uber como un compañía de transporte podría exponer a la plataforma a reglas más estrictas sobre las licencias necesarias para ejercer su actividad, los seguros o la seguridad.
Por ello, la ‘app’ mantiene que es simplemente una plataforma digital que conecta a los conductores con los clientes y achaca las acusaciones y críticas de los taxistas al temor de un sector tradicional excesivamente protegido desde el punto de vista regulatorio. Su detractores aseguran, sin embargo, que Uber ejerce competencia desleal porque no está sujeta a las mismas normas.
El origen de la batalla que ha llegado al tribunal con sede en Luxemburgo es la demanda presentada por la Asociación Profesional Élite Taxi de la Ciudad Condal, que reclamaba la prohibición de la actividad UberPOP de transporte entre particulares (suspendido en Madrid desde hace dos años) al considerar que “la falta de licencias, autorizaciones y credenciales vulnera las normas reguladoras de la competencia en España”.
Por su parte, la plataforma defendió que Uber Systems Spain, su filial en España, es una firma de servicios de la sociedad de la información (TIC), por lo que su actividad no debe estar regida por la regulación de transportes, sino por la directiva comunitaria 2006/123/CE, que señala que “las TIC tienen permitido su funcionamiento libre en todos los países” de la UE.
El Juzgado de lo Mercantil número 3 de Barcelona, que tramita el caso celebró una vista en abril de 2015 y decidió solicitar al TJUE que determine cuál es la naturaleza de la actividad de Uber en base a las normas comunitarias. Determinó que ni Uber ni los conductores disponen de las licencias necesarias, pero consulta al tribunal de Luxemburgo si es necesario que dispongan de ellas o no.
El fallo del TJUE, que se espera que se dicte como muy pronto en marzo de 2017, sentará jurisprudencia en Europa no solo para Uber, sino que podría también sentar un precedente para todas aquellas plataformas digitales basadas en la denominada economía colaborativa, como BlaBlaCar o AirBnb.
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