S&P teme que los bancos usen el dinero del BCE para hacer negocio con la deuda soberana

Renta Fija

S&P teme que los bancos usen el dinero del BCE para hacer negocio con la deuda soberana

Las compras reducirían la eficacia de las medidas del BCE y su posible impacto positivo en la economía.

BCE

Las favorables condiciones aplicadas por el Banco Central Europeo (BCE) en sus operaciones de refinanciación, que han llevado a las entidades europeas a acudir masivamente a la última subasta a largo plazo, garantizan que no haya problemas de liquidez en los próximos meses, pero pueden alentar a los bancos a aumentar su exposición a la deuda soberana, limitando la eficacia de las medidas del banco central, según apunta S&P Global Ratings.

«Los términos revisados de las principales operaciones de refinanciación del BCE podría alentar a los bancos a incrementar sus carteras de bonos soberanos», apunta la agencia, señalando que estas compras de deuda pública proporcionarían un beneficio inmediato a las entidades, pero al mismo tiempo reducirían la eficacia de las medidas del BCE y su posible impacto positivo en la economía de la zona euro.

«Reducirían la efectividad de las medidas del BCE y su posible impacto positivo en las economías de la eurozona al restringir el flujo directo de fondos al sector privado», sostiene S&P Global. «Además, si los bancos expandieran significativamente su exposición directa a los soberanos, esto podría reforzar la interdependencia que las autoridades europeas llevan 10 años tratando de desenredar», añade la agencia.

S&P Global Ratings considera que la mayoría de bancos europeos no se enfrentan a riesgos significativos de refinanciación en los próximos meses, aunque algunas entidades o sistemas podrían ser más vulnerables a perturbaciones en la liquidez del mercado en un escenario de estrés, tras la gradual mejoría de sus perfiles financieros durante la pasada década.

En este sentido, la calificadora de riesgos prevé que las necesidades de financiación de los bancos de la zona euro seguirán siendo limitadas en los próximos meses, con sus vencimientos bien repartidos en el tiempo y una dependencia manejable de la financiación a corto plazo, mientras que anticipa que la demanda de crédito de las empresas se mantendrá robusta y los depósitos continuarán incrementándose, al tiempo que los bancos seguirán siendo capaces de prestar, beneficiándose de la disponibilidad de fondos del BCE.

Sobre esta cuestión, S&P Global señala que, si bien la posición del BCE resulta clave para prevenir un «credit crunch» en el corto plazo, serán las políticas gubernamentales, en cuanto a capacidad y flexibilidad fiscal, las más importantes para restaurar la buena marcha de las economías de la eurozona y mejorar las condiciones de negocio para las empresas locales.

A pesar de la amplia panoplia de medidas monetarias y fiscales adoptadas en apoyo de las empresas, en forma de subvenciones, avales, programas de compra de deuda corporativa y aplazamientos del pago de impuestos, S&P Global advierte de que la recuperación empresarial parece frágil y desigual, por lo que, de producirse un nuevo revés económico, la calidad de los activos en los balances de los bancos se deterioraría de forma aguda y las pérdidas de crédito podrían terminar erosionando sus ganancias y capitalización.

«En este contexto, la eficacia de las medidas de los gobiernos para ayudar al sector no financiero desempeñará un papel clave en cómo evoluciona la calidad de los activos de los bancos», argumenta la agencia.

Por otro lado, a pesar de la disponibilidad y abundancia del estímulo monetario, S&P Global subraya que los bancos «no pueden confiar en él para siempre» y recomienda a las entidades que incrementen su apuesta por los mercados avanzados de titulización de activos y busquen una mayor diversificación de fondos para evitar depender de las facilidades temporales del banco central.

Más información