La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se ha querellado este jueves contra el Ministerio de Sanidad por la partida de mascarillas FPP2 defectuosas, de la marca Garry Galaxy, distribuidas a distintos Servicios de Salud. “Ha sido la gota que ha colmado el vaso”, afirma esta organización, que ve una presunta actuación negligente por parte del departamento de Salvador Illa.
“Esta circunstancia”, explica CESM, “se ha visto agravada con posterioridad por la aparición de otras partidas de elementos de protección que tampoco están homologados, lo que pone bajo sospecha la gestión que se ha hecho de este tema por parte del Ministerio”. “Y si esto no fuera suficiente”, destacan estos sindicatos médicos, se ha conocido, según publica El Mundo, que Sanidad retiró las mascarillas ‘fake’ a los cinco días de saber que no estaban homologadas.
Para esta organización “esa profunda y creciente preocupación se atribuye ya de manera indefectible a la gestión que de esta pandemia se está realizando desde ese departamento, y se está transformando en máxima indignación, que exige soluciones inmediatas e información clara”.
De ahí que, ante la actuación del departamento de Illa, que pone “en grave riesgo la salud e integridad del personal sanitario, y especialmente de los médicos”, haya interpuesto una querella criminal ante el Supremo contra el ministro y “los demás corresponsables”.
Desde CESM se remarca que no se puede “dejar pasar por alto que más de 32.000 sanitarios están afectados a día de hoy de Covid-19” y que el número de fallecidos “es inasumible e inaceptable desde cualquier punto de vista”.
