Los inversores mantiene el castigo a Indra, que cede casi un 3% en bolsa hasta los 8,32 euros por título tras cerrar el pasado viernes con una caída del 8,78%. La firma tecnológica cotiza en mínimos desde diciembre de 2014 después de que Credit Suisse rebajara el viernes el precio objetivo del valor hasta los 10 euros desde los 11,6 anteriores, aunque todavía supone un potencial del 17% respecto al cierre del viernes.
Con las pérdidas del viernes y las de hoy, la compañía ha perdido todo lo ganado el jueves, cuando cerró con un avance del 5,44% tras presentar sus resultados. Según la nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su beneficio cayó un 35%, hasta los 55 millones de euros, como consecuencia de la sanción impuesta por el regulador de competencia y por mayores gastos de reestructuración de Tecnocom, sin embargo, sus ingresos alcanzaron los 2.174 millones, un 2,7% más. También aumentó el beneficio bruto de explotación (Ebitda), en este caso un 7,4% respecto a un año antes, hasta los 183 millones de euros. Después de conocer las cuentas, los analistas de Berenberg rebajaban el precio objetivo sobre la compañía, desde los 16 hasta los 13 euros por acción.
Indra, según el diario Expansión, está interesada en comprar una participación en ITP Aero, grupo español de diseño, producción y mantenimiento de motores de aviación, propiedad de Rolls Royce desde finales de 2017 al comprarla con una valoración de 1.360 millones de euros. Los analistas de Renta 4 señalan que esta posible adquisición permitiría a Indra “ganar tamaño en un área de negocio que creemos que cuenta con potencial”. Así, recomiendan mantener y fijan el precio objetivo en 12,1 euros por acción.
