«Según las previsiones, la demanda mundial de GNL crecerá aproximadamente un 60% para 2040, sobre todo gracias al crecimiento económico en Asia, a la reducción de emisiones de la industria pesada y el transporte, y a la influencia de la inteligencia artificial», señala el comunicado.
Al mismo tiempo, el informe destaca que el año pasado el crecimiento del comercio mundial de GNL fue el más bajo en una década, al alcanzar 407 millones de toneladas debido a limitaciones de nuevos suministros.
Shell también subraya que el GNL se está convirtiendo en un combustible rentable para el transporte marítimo y terrestre, capaz de reducir las emisiones.
A largo plazo, la infraestructura gasística existente podría utilizarse para importar bio-GNL, GNL sintético o hidrógeno verde, lo que fortalecería la transición energética global.
La compañía estima que la puesta en marcha de nuevas instalaciones de GNL con una capacidad total de 170 millones de toneladas para 2030 ayudará a satisfacer la creciente demanda mundial de gas, sobre todo en Asia.
China y la India están expandiendo significativamente su infraestructura de regasificación y procesamiento de gas, lo que refuerza la tendencia de crecimiento en la región.
Catar y Estados Unidos también aumentarán significativamente sus exportaciones de GNL, y Washington se convertirá en el mayor proveedor mundial.
Se estima que las exportaciones estadounidenses podrían alcanzar los 180 millones de toneladas anuales para 2030, representando un tercio del suministro global.