El caso Koldo sigue provocando sacudidas dentro del PSOE. Tras la publicación de un informe de la Guardia Civil que salpica al exsecretario de Organización Santos Cerdán, este anunció el jueves su dimisión del cargo en el partido. Sin embargo, tres días después, aún no ha oficializado su salida como diputado en el Congreso, lo que podría retrasar o incluso entorpecer su relevo parlamentario. Esta situación genera un creciente malestar político, especialmente entre los socios del Gobierno, como Podemos.
Cerdán no registra su renuncia y el Congreso permanece a la espera
Fuentes parlamentarias han confirmado que Cerdán no ha presentado el escrito de renuncia necesario para abandonar su acta como diputado. Dado que el registro electrónico solo opera hasta las 14:00 horas y el trámite exige presencia física o delegación expresa, todo apunta a que la renuncia no se formalizará durante el fin de semana.
El texto de dimisión, de llegar, lo haría el lunes y la Mesa del Congreso podría calificarlo el martes. Solo entonces la Junta Electoral Central activaría el proceso para reemplazarlo en el escaño.
La falta de acción por parte de Cerdán mantiene el foco mediático sobre el PSOE y complica su estrategia de contención del escándalo
La sombra del aforamiento y las críticas de Podemos
Desde el grupo parlamentario de Podemos, el diputado Javier Sánchez ha sido tajante: “Sería inexplicable que no entregara el acta”. A juicio de su formación, mantener el escaño pese al escándalo no solo resulta injustificable, sino que puede obedecer a una estrategia de protección legal por su condición de aforado.
Sánchez considera que Cerdán “parece que se tiene que proteger de algo” y cuestiona que este fin de semana esté buscando asesoramiento jurídico o evaluando sus opciones procesales.
El precedente de Ábalos y la sensibilidad política del caso
La situación actual remite inevitablemente al caso de José Luis Ábalos, exministro de Transportes, quien también fue implicado en la trama y decidió conservar su acta para permanecer aforado, pasando al grupo mixto.
El PSOE ya ha lidiado con el coste político de ese precedente, por lo que la prolongación de Cerdán como diputado amenaza con erosionar aún más su imagen ante la opinión pública y sus socios parlamentarios.