Así lo dijo Sánchez en un acto del PSOE en la localidad sevillana de La Rinconada, donde los socialistas gobiernan desde hace 36 años con mayoría absoluta. «Sí queremos, sí que vamos a trabajar por una investidura real, no postiza» para «un Gobierno progresista con cuatro años más de avance social y de derechos», espetó.
En su primera intervención, tras el rechazo del Congreso a la investidura de Feijóo, y a la espera de que el Rey realice este lunes y martes la ronda de consultas con los partidos, Sánchez se ofreció para ser candidato e intentar el pacto necesario para continuar al frente del Ejecutivo.
«Nosotros, aquí, decimos que los socialistas sí queremos», expresó Sánchez dando a entender que quiere que el Rey lo designe candidato. «Vamos a trabajar por una investidura real, no una postiza, una investidura para que haya un gobierno progresista, con cuatro años más de avances sociales y de derechos para los españoles, y por cuatro años más de convivencia y de concordia». Una «convivencia» que, en modo irónico, dijo que no puede garantizar «en la derecha española».
Sánchez acusó a Feijóo de «retorcer» el mandato del jefe del Estado, la actividad del Congreso y la Constitución, pero «no para ser investido presidente del Gobierno, sino para atrincherarse como líder del PP».
POR LA CONSTITUCIÓN
Acusó de «mentir» a Feijóo porque el líder del PP dijo esta semana que puede ser presidente del Gobierno «pero que no quiere». «Está tan acostumbrado a mentir a todo el mundo que se miente a sí mismo. Pero allá él», resumió Sánchez.
El líder del PSOE comentó que no puede recuperar «el tiempo perdido en este teatrillo» de la investidura fallida de Feijóo, pero sí garantizó que van a poner «todo el esfuerzo» para una «investidura real» que permita «un Gobierno progresista». A diferencia de la semana pasada en Gavà (Barcelona), no dijo un Ejecutivo del PSOE con «el partido de Yolanda Díaz» y evitó mención alguna a Sumar y a la coalición. En su lugar, se ciñó a la terminología de «Gobierno progresista». «A eso nos vamos a dedicar, en cuerpo y alma», aseguró Sánchez.
En varios momentos, el presidente en funciones señaló que van a buscar el apoyo para «cuatro años más de convivencia y de concordia», después de ensalzar que los socialistas, a diferencia del PP, cumplen con la Constitución «todos los días del año» y «todos y cada uno» de los artículos de la Carta Magna.
Sánchez comenzó su intervención recordando el acto en Dos Hermanas con el que arrancó la campaña electoral del 23-J para señalar que, después de lo que ha escuchado durante «una investidura fallida y de un candidato fallido», tiene «más ganas que nunca, más fuerza que nunca y argumentos que nunca para cuanto años mas de Gobierno de progreso, de avances sociales y derechos y convivencia para nuestro país». «Mucha fuerza, muchos argumentos y muchas ganas», destacó.
PROYECTO PARA REVALIDAR
Evitando toda mención a cuestiones políticas como la amnistía o el referéndum que le demandan desde las fuerzas independentistas, Sánchez se centró en su eventual investidura y el proyecto que presentará ante el Congreso.
Aprovechó para desgranar algunas de las políticas que ya decía durante la campaña electoral y que marcarán su Ejecutivo y para las que solicitará la «confianza» del Congreso como reformar el Estatuto de los Trabajadores para que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) sea el 60% del sueldo medio de España. También impulsar el desarrollo de la Ley de Vivienda para que ésta sea un verdadero derecho, recuperar -porque decayó con las elecciones- la ley de presentación paritaria de mujeres y hombres en la política, la administración y las empresas, y la emergencia climática. Asimismo, propuso poner en marcha el mecanismo que permita inyectar «todos los años con 5.000 millones de euros la hucha de las pensiones».
FARO SOCIALDEMÓCRATA
El líder del PSOE sostuvo que otros líderes europeos tienen «envidia sana» a España y «miran con envidia» el resultado del 23 de julio porque, dentro de la lucha «cotidiana» de la socialdemocracia contra el avance de la “ultraderecha” en Europa, las elecciones trajeron un «rayo de esperanza».
En este sentido, criticó que la “ultraderecha” provoca gestos como el de la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández, de Vox, que rechazó el saludo de la ministra de Igualdad del Gobierno. Un hecho que, dijo, «no es algo solamente de España, es algo que estamos viendo en todo el mundo y, en particular, en Europa, donde se identifica la causa de la igualdad de género con una causa ideológica cuando es una cuestión de derechos humanos», sentenció.
