El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avisado hoy de que a España se enfrenta a un otoño e invierno “muy duros” por la pandemia de covid-19, pero se ha mostrado convencido de que “volveremos a doblegar la curva con menores sacrificios que la otra vez”. “Queremos y debemos evitar a toda costa un nuevo confinamiento domiciliario”, ha defendido.
“Estamos listos para adoptar todas y cada una de las medidas que sean necesarias” para volver a doblegar la curva de contagios, ha señalado Sánchez en una comparecencia sin preguntas en La Moncloa, en la que ha asegurado que “nadie tiene ningún interés en imponer más limitaciones de las imprescindibles”.No obstante, para ello “necesitamos la máxima colaboración y conciencia” no solo de todas las administraciones, sino también de los ciudadanos.
En ese sentido, ha apelado a la “disciplina social y espíritu de equipo”. “La situación es grave y entre todos debemos actuar con determinación”, ha insistido Sánchez, que ha recordado que “el objetivo vuelve a ser el de la primera ola: contener la pandemia y doblegar la curva”. El jefe del Ejecutivo, que estima que en España el “contagio real” ha superado ya los tres millones de personas, ha destacado no obstante que “la situación no es comparable a la del 14 de marzo, y queremos evitar llegar a ese punto”. En ese sentido, ha planteado el “reto colectivo” de lograr una incidencia acumulada “por debajo de 25 casos”. “Estoy convencido de que lo vamos a poder lograr”, ha llegado a decir.
En esta declaración institucional Sánchez no ha anunciado ninguna nueva medida para combatir la pandemia, sino que ha recordado que la competencia en la situación actual recae en las comunidades autónomas. Sí ha prometido trabajar con los gobiernos regionales “de forma coordinada”, y ha puesto en valor el acuerdo alcanzado ayer en el Consejo Interterritorial de Salud, que establece un marco de actuaciones en base a criterios comunes.
Además, el presidente ha destacado que, frente a la primera ola, en esta segunda “contamos con varias ventajas”. Entre ellas, se hacen más pruebas diagnósticas, lo que permite detectar a más contagios; no hay la escasez de equipos de protección para los sanitarios que “lamentablemente” hubo en primavera; y hay un mayor conocimiento y concienciación sobre el virus.
