Ni ‘tamayazo’ ni sorpresas de última hora. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha sido investido este martes en el Congreso, lo que pone fin a meses y meses de bloqueo político. El candidato del PSOE ha contado con los apoyos justos para salir victorioso de este debate al cosechar 167 ‘síes’ frente a 165 ‘noes’, además de las 18 abstenciones de ERC y EH Bildu.
En una jornada marcada por el nerviosismo ante el fantasma del ‘tamayazo’, jaleado estos días por la derecha, la votación se ha producido sin nada reseñable. Todo ha salido como esperaban los socialistas. No ha hecho falta activar el ‘plan b’ maquinado por el entorno de Sánchez ante el temor de no lograr los apoyos suficientes. Desde el PSOE se había llegado a un acuerdo en las últimas horas para que algunas abstenciones pasaran a ser votos afirmativos y garantizar, de esta manera, la investidura.
Al final Sánchez ha contado con los votos necesarios para tener mayoría simple y salir victorioso de esta segunda votación. Ya hay, por tanto, un Gobierno de coalición, el primero en España, que echará andar desde ya. El líder socialista prometerá ante el Rey el cargo este martes y se esperaba que en los próximos días se detallaría la estructura de este Ejecutivo con Unidas Podemos, del que se conocen ya algunos nombres. Sin embargo, fuentes socialistas han rechazado esta opción. Sánchez mantendrá el misterio en torno a la composición de su Ejecutivo hasta la semana que viene.
Precisamente, para acabar con el bloqueo político que ha marcado la política en los últimos tiempos Pedro Sánchez se ha comprometido este martes en llevar a cabo un cambio en la norma para que la formación de Gobierno sea menos complicada en el Congreso. En concreto, ha manifestado su intención de “buscar fórmulas para facilitar en el futuro la formación de mayorías de Gobierno frente a las mayorías del bloqueo”.
Una de las imágenes más curiosas de la sesión de investidura la ha protagonizado el diputado del PSOE, Rafael Simancas, que, según fuentes parlamentarias, ha estado folio en mano cotejado uno a uno los votos según se iban anunciado en voz alta. Y es que, la investidura ha tenido un escaso margen, pendía de dos hilos, que es la diferencia entre los 167 votos a favor y los 165 en contra. El domingo, en la primera votación, la diferencia fue menor, de un solo voto, ante la ausencia de la diputada de los comunes Aina Vidal, enferma de cárcel, que hoy sí ha estado presente.
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