Según han confirmado fuentes gubernamentales a Europa Press, se trata un cese acordado o compartido entre Moncloa y Hernández. Estas mismas fuentes han precisado que Hernández, desde que tuvo conocimiento de la situación del exasesor, “entendió que no era sostenible” y que, desde Moncloa, al conocer los hechos se ha actuado “con contundencia, como siempre”.
Mujeres que trabajaban para Salazar denunciaron comportamientos inadecuados de éste en los canales internos de denuncia de Ferraz. Hernández fue mencionado por las denunciantes como presunto “cómplice” y “encubridor” de las conductas del exdirigente socialista contra mujeres trabajadoras del partido.
El que fuera mano derecha de Salazar en Moncloa niega los hechos, pero “entiende que debe apartarse por el bien del Gobierno”. Asimismo, renuncia a sus responsabilidades en el PSOE-A.







